jueves, abril 05, 2007


Vino un hombre a escribir
de prepo su providencia al destino
y es que éste trazó un camino
que no quería transitar.

En su senda ansiaba a una mujer
que transitaba otras rutas
tal vez atravesando un puente
que al hombre no la dejaba ver.

Fue el hombre como ladrón en la noche
El estudio de diseño que tiene el destino
Robó los planos originales
los borró,
los trenzó,
los modificó
y así con sigilo,
buscó lo propio.

Tal vez el porvenir se dio cuenta
Pues todo el que crea
su trabajo conoce,
y allí van todos juntos,
el hombre
la mujer
y el amor

y el destino confundido
no entiende qué pasó en los planos.

2 comentarios:

Mhi dijo...

que bueno hubiera sido si tuvieramos planos... y a la vez, que bueno que no los tenemos...

Paco dijo...

Ese hombre, ¿Prometeo del amor?