lunes, noviembre 26, 2007

Pretérito



Retornando por las sendas de un pretérito perfecto no muy lejano, recordé a mi mismo o al que fui hace tan solo unos meses transitados predicando (o escupiendo) el sentido de la vida y el secreto de la felicidad.
Si, me vi proyectado en imagen contrapicada, magnánimo como un estadista o un Luther King, con el dedo en alto y el semblante impertérrito, rebozante de emoción para las ancianas y de esperanza para los jóvenes.
Más sonido alguno no percibo.
Los sucesos del hoy por hoy suprimieron mi prédica y acaso han hecho de mí un Simón que niega a ese de hace dos meses mil veces por día antes que el gallo cante.
La perseverancia y la exploración a los rincones ocultos de mi mente es vana y como un buzo en aguas turbias apenas puedo tantear las profundidades de esa memoria que parece haberse ido.
Era yo, ¡si era yo aquel..! y ya no soy.
Pero vos estás aquí, detrás y delante de mí, al neciente y al poniente despreocupada de las hogueras donde arden los libros de mi memoria, receptiva a todo lo que de mí hoy (ahora) brote, y acaso te perfume.

jueves, octubre 18, 2007

Alejandro Dolina: un tipo cualquiera


Cada vez que al señor Alejandro Dolina se le adula o se le reconoce la calidad y genialidad de su trabajo literario, su inteligencia, sus capacidades como intérprete y compositor, o su talento volcado en su programa de radio, lo refuta inapelablemente.
"Yo no soy nada de eso que usted dice, pero muchas gracias", retruca. "Leí su gran libro y me encantó", le dijo un oyente, "¿gran libro?", le contestó… "para mí que usted se ha equivocado de autor". "Ha venido mucha gente hoy a ver este programa de radio y le pedimos disculpas por este suplicio que van a vivir por dos horas", dijo alguna vez.
Pués bien, ya que él es así, y debo mostrar al entrevistado tal como se muestra, voy a seguirle la corriente. Ahí vamos.
Publicó cuatro libros que en absoluto trazarán un antes y un después en la literatura moderna.
Emite todas las noches desde hace más de 20 años un programa de radio junto a un psicoanalista (Gabriel Rolón), un trompetista roquerito, trasnochador y pelilargo (Guillespi), un locutor pelado (Mario Mactas) y un pianista sordo, sí hipoacúsico, que precisamente no se llama Ludwing Van.
Eran las tres de la tarde en Buenos Aires. Una lluvia tozuda pintaba la tarde de un gris tan oscuro que invitaba a la hibernación. Suena teléfono y Maica, su asistente, me convoca para la entrevista a las 17 en el barrio de Belgrano. No había nada mejor para hacer.
Taxi, línea 168, una cuadra a pié hasta la calle Vuelta de Obligado, lluvia, más lluvia y 168 baldosas flojas. Timbre.
La doméstica abre la puerta, subimos una escalera.
La empleada me invita a sentarme en un salón comedor.
El lugar era una casa de las viejas con techo bien alto y puertas de casi la misma altura. A mi derecha, como en un living, un piano de cola estaba rodeado por dos paredes (de techo a zócalo) atestadas de libros. A mi noreste, unos sillones frente a una estufa a leña y justo a su lado, una computadora y dos operadores, mujer y varón respectivamente.
El varón se levanta repentinamente y desaparece del lugar, la mujer se presenta como Maica. Bellísima.
El hombre vuelve a mí. Tenía puesto un jogging negro, zapatillas al tono y una camiseta violeta perteneciente al club Villa Dálmine. Si, era Alejandro Dolina de entrecasa.
"¿Esta es su casa?", pregunto. "Si", responde. "¿Qué vamos a hacer", pregunta, "hablar de fútbol, de minas y de las cosas que hace usted", respondo, "bueno, de lo que hago yo puedo contestar algo, pero de minas y fútbol yo no entiendo…", refuta.
-¿Estudió alguna carrera?
Si, estudié derecho, pero no terminé la carrera. Después estuve dando lástima en algunas casas de estudio y nunca terminé ninguna. La que seguí por más tiempo es la que menos me interesaba.
Yo creo que debí haber hecho a carrera de Letras o alguna similiar.
- ¿Se lamenta no haberla hecho?
Si, lo lamento muchísimo.
- ¿Volvería?
Si, volvería y hasta es posible que lo haga.
- ¿Y no cree que siendo usted Alejandro Dolina sería un tanto complicado?
Si, es por eso que no la hice hasta ahora. No porque yo crea que soy nadie, sino porque se puede dar lugar a situaciones difíciles.
-¿Qué es lo que hace que le guste viajar a las provincias y hacer siu programa desde allí?
Me parece que el programa y otras cosas que yo hago tienen una entrada muy superior en las ciudades grandes de las provincias que en Buenos Aires, incluída en la República Oriental. Porque me parece que el impacto y la cautivida de la televisión en Buenos Aires es superior a la que se registra en otras ciudades de la Argentina. Pero más allá de eso hay una mayor avidez para temas relacionados con el pensamiento, con el arte, con la ficción y ciertas perplegidades que no interesan al público de Buenos Aires, que están más bien pendientes de asuntos más urgentes que importantes. “Los números del INDEC del mes pasado...”, qué se yo... Los vuelve locos. Buenos aires está muy enferma. Hay un promedio de locos muy grandes por cuadra. Uno puede pasear por Tucumán y encontrar un loco. Pero en Buenos Aires encontrar uno por cuadra. Y hay una indignación cósmica de la gente. Todos piensan que son víctimas de una conspiración y cada uno dentro de sí piensan que el país está lleno de delincuentes y que ellos son la excepción. Llaman a la radio y se quejan... Esta gente cree que todo lo que sucede en el país el obra de otros y que viven instalados en un hotel cuyo servicio no les gusta. Entonces se están quejando todo el tiempo.
maltrata a sus subalternos, no tene diálogo con sus porteros y encargados, trata mal a los cartoneros que están revisando su basura.
Estos males propios de las grandes metrópolis aparece mucho menos en el interior. Entonces hay tiempo para las relaciones interpersonales que están basadas en el conocimiento de las personas que se divierten con nosotros... Acá no sucede esto.
Solo con salir a La Plata la cosa ya cambia.
Estas ciudades han sabido mantener con orgullo ciertas relaciones que son propias de los pueblos chicos. Y ser un pueblo chico no está mal.
- Y a veces, esa gente que se queja mucho ¿lo llama y deja una queja como buscando que sea el portavoz?
No, no hay muchos mensajes de esos en nuestro programa. Llaman para preguntarnos si leímos un libro o para decir que quiren ser mis novias.
Cuando digo “la gente que llama a la radio” me refiero al general, al tipo que llama y dice ¡no puede ser, yo soy comerciante y me cobran que se yo...!, una cosa patológica. Gente que llama y confiesa al aire aspectos de su via que yo no le confesaría a un amigo. Es una patología muy propia de ciudades que están, por reducción de las relaciones amistosas, interpersonales y familiares, limitando a cada ciudadano a un contacto humano solamente con los medios. Gente llama mucho más a Radio 10 (Dios libre y guarde) que a su cuñado. Y le cuenta a los conductores del programa cosas que por ahí ni sabe el marido. “Mire yo engaño a mi marido”. Eso ocurre mucho más acá porque la gente está sola, terrible y desesperadamente sola y porque además está contaminada de malevolencia. No hay un solo mensaje de alegría.
Suponéte que las cosas no estén para estar alegres: no hay un solo mensaje de cariño. “Mi cuñado es un imbécil... Los comerciantes son todos ladrones...” Qué me importa...
Yo le quiero decir esto: ¿no será que exageramos un poco la influencia que el entorno tiene en nosotros? Yo me crié en un lugar donde llamar a la radio era impensable. Yo creo que nunca llamé a la radio, ni lo haría. ¿Qué sentido tiene llamar desde lo anónimo para confundir lo que es público con lo que es privado?
Pero supongamos que tenga sentido, y supongamos (que es mucho suponer) que esos mensajes tengan algo que ver con la realidad (porque me parece que la realidad pasa por un mundo que no llama a la radio, que hay que estar que estar un poco loco pa’ llamar a la radio) ¿no será que estamos tomando muy en serio lo que el diario dice y poniendo el centro de nuestra vida en lugares que son de la más estricta periferia? ¿No será que si usted tiene un canal que transmite noticias noticias durante las 24 horas, va a llegar un momento en que necesitará llenarlo con algo que no es representativo? ¿No será que, si en ese canal durante las 24 horas, diecisiete veces apareció un kioskero que fue asaltado, resulta ser que la incidencia del kioskero asaltado en la sociedad conteporánea está enfatizada y exagerada?
Deberíamos tratar de hacer el esfuerzo de alejarnos del discurso mediatico porque es un discurso peligroso. Un tipo que habla de lo que ve en la televisión todo el día, se va a idiotizar porque está todo estipulado.
- ¿La intensión primera de su programa de radio es tratar de abrir una senda diferente o hacer el programa así porque le gusta?
Lo segundo, y en concecuencias produce lo primero. Yo hago un programa para que guste a mí. No haría un rpograma distinto a mi beneplácito nada más que para gustarle a la gente, porque no fuera así, y fuera vivo, tendría que hacer “Bailando por un bizcocho”.
- ¿A qué cree que se debe el hecho de que el programa esté tanto tiempo en el aire? ¿Será que un grupo de personas se dieron cuenta de esa realidad mediatica?
Tal vez. Me gustaría que pasara eso. Si hay una cierta cantidad de personas (como parece que hubiera) interesadas de que por lo menos, una vez en el día, no le hablen de un camión volcó en la Panamericána, ya eso solo garantiza cierto éxito. No sé si somos buenos nosotros, pero si sé que hay algunas necesidades que solo nosotros cubrimos. Cierto humor relacionado más con los códigos existentes entre amigos de una cierta inteligencia. Y el hecho de que el programa empiece con una editorial que no tenga que ver con Cristina Kirchner, y sí con alguna cuestión del órden artístico, filosófico o histórico, y por más que no sean muy altos nuestros vuelos, yo creo que podemos encontrar en ese supuesto a mucha gente interesada.

Maica, la asistente, me pidió encarecidamente que la entrevista no superara los 40 minutos y a los 35 de empezarla cerré diciendo “no lo molesto más” y me puse de pie para despedirlo. “Pero no es molestia, es un gusto”, decía mientras señalaba la silla invitándome a tomar asiento una vez más.
“¿Cómo está Tucumán?” me preguntó.
Tiempo de grabación total 82 minutos. Pero en realidad charlamos por más, solo que Dolina en un momento decidí guardar el grabador.
Hablamos de política, medios de comunicación Radio 10, sus ganas de venir a Tucumán para realizar una transmisión de su programa y otros temas.
Entré de día, salí de noche. Hablando mal y pronto, llovía como si no hubiese llovido nunca”, y avenida Cabildo me veía pasar acaso suspirando. No por la nota, más bien por Maica.
Además, cuando apagué el grabador, Dolina mostró la hilacha: dijo un montón de malas palabras.
Subte Línea "D", y mi mirada contemplaba y en mi boca las muelas se apretaban: había estado con uno de los tipos que más admiro. Lejos, la entrevista que más disfruté de mi vida.


jueves, octubre 11, 2007

Ella



(Dedicado a Charol)
Se levantó temprano y mientras desayunaba repasó todo lo que debía hacer en la mañana cuyo clima se tornaba gris y torrencialmente lluvioso. Como música de fondo Cantañino otorgaba el buen humor y despertaba a la niña que, sabe bien, no es pero que visita de tanto en tanto.
Fue al banco a pagar cuentas y una señora desprovista de toda sincronización de fila se le instaló delnante robándole su turno. Ella no dijo nada, prefirió hacer su buena obra del día.
Cobró. Carterita gorda rorazón contento.
La imagen de su perro persistía en su mente y tuvo que entrar al ciber para postear un homenaje a su can.
De pronto todo se anuló. Las letras que formaban el nombre "Willy Crook" suprimió su noción de tiempo y espacio, y su paladar recordó el sabor del cabernet sauvignon. Pero el vino siempe recuerda a alguien, y como concecuencia del recuerdo de ese alguien recuerdó roces, texturas y temperaturas y con la sensación, sintió un leve calor en su rostro. Si, se reconoció exitada y se sintió viva.
Instintivamente pasó revista a sus contactos para que alguno cate el vino por comprar y también cate sus besos, siempre al ritmo de "Never" de Willy Crook.
Describió la situación en voz alta a un muchacho al que conocía muy poco pero realmente no sabía si quería que fuera él, aunque por fin el hombre no aceptó.
Moviéndose en la mesa de su computadora, el rachazo no la conmivió en los más mínimo gracias a su buen humor del día y "al cabo que ni quería", escuchó decir a su mente.
Llegó a casa y la ténue luz del día oscuro otorgó una imagen única a la sala, prendió un sahumerio, se quitó el jean, las medias y tan solo con un culotte blanco y una musculosa del mismo color abrió la botella de vino.
Se acercó, buscó el cd y "Never" de Willy Crook sonó.
Y así, en la soledad de su casa, al calor de la estufa bailó, y si bien no hubo compañero, la libertad se apoderó de ella y con éste una sensació única e irrepetible de erotismo.
Solo era ella, el vino, la luz, los aromas, el calor, y sus propias manos reemplazantes de compañía alguna, todo el tiempo, sin parar, al ritmo de "Never" de Willy Crook.

miércoles, octubre 10, 2007

Ricardo Tapia: "El 50% del Pepsi Music suena desafinado".



(Fotografía de Augusto Famulari)
Decir Buenos Aires no solo remite al Obelisco y a la 9 de Julio. También proyecta en la mente de algunos el barrio, los cafés de esos barrios, y en consecuencia, a las personas que habitan esos distritos. Esos barrios porteños, y sus parroquianos han sido plasmados en miles y miles de canciones, cuentos, poemas, leyendas y toda clase de relatos, artísticos o no.
Decir Buenos Aires (aunque no parezca) es decir también blues; género musical que nació siendo el lamento y canción de esperanza de los esclavos negros que eran flagelados a lo largo de las riveras del Río Mississippi en los Estados Unidos.
Con el paso del tiempo, el blues fue tomando forma hasta llegar al que hoy conocemos.
Se dice que en la Argentina fue popularizado por Javier Martínez. Así como en su país de origen el blues fue evolucionando hasta tener su sello propio, su forma de cantar, de expresar, de sentir, y por supuesto de tocar y La Mississippi fue, acaso, pionera de ese cambio.
Se formó en Florencio Varela, una localidad del sur de Buenos Aires en la República Argentina, realizando su debut en 1989 haciendo un clásico repertorio de blues. Pronto comenzaron a componer su propio material, debutando discográficamente en 1993 con "Mbugi", que contenía su gran éxito "Café Madrid" y que vendió 20.000 copias.
Está actualmente integrada por Ricardo Tapia (Voz, armónica, guitarra), Gustavo Ginoi (Guitarra eléctrica y coros), Claudio Cannavo (Bajo eléctrico, coros), Juan Carlos Tordó (Batería, percusión y coros), Eduardo Introcaso (Saxo alto y barítono, coro y arreglos de vientos), Marcelo Zeta Yeyati (Saxo tenor y flauta), Gastón Picazo (Piano y teclados).
La Mississippi es un grupo que aferra su música en los pormenores de la vida simple, prefiere hablar sobre los anhelos de progreso de un faenador de carne a las abstracciones de la cosmología cuántica (por dar un ejemplo). La Mississippi se refiere a amigos en un bar, a chicas que van y vienen, a hombres machos pero altamente vulnerables. Hombres de barrio, cantando y tocando a gente de barrio canciones que hablan de lo que ocurre en el barrio.

Ricardo Tapia, su líder y cantante (y no sé si llamarle cantor), aceptó esta y no en otro lugar más que en un bar ubicado en San Cristóbal y que permanece tal cual hace unos 70 u 80 años, lleno de madera, con una balanza de esas colgantes, cuadros de tangueros ilustres que alguna vez se sentaron "en sus mesas que nunca preguntan".
Ricardo elige una mesa junto al ventanal, observa el lugar, dice “espectacular”, y se pide un “trombón”.
“El bar es un lugar de reunión. Nuestras canciones apuntan a la mística del bar como lugar de reunión. Esa mística se está perdiendo. Es la hoguera donde la gente se juntaba a acercar la manito. En el bar es donde se gestaron la grandes canciones del tango, del folklore y del rock.”
- A tus 45 todavía te ¿juntás todavía en los bares?
A jugar al billar.
- Che, pero eso ¿no es cosa de viejos?
No, hay muchos pibes de 15 años que no sabés lo que juegan. El billar es un juego muy lindo. Y da para conocer gente grande, gente joven, artistas, médicos... Yo no tengo solo amigos músicos, también tengo amigos de otros géneros. Aparte pinto y dibujo y como que me junto con diferentes pastas de gente. Yo soy de muchos barrios. Como dice la canción de Los Gatos, “yo soy de ningún lugar”. Nací en Paraguay y Libertad, después de pibe estuve en Florencio Varela, de ahí me fui a La Plata y luego me mudé a Colegiales que es donde vivo desde hace 16 años y ya me asenté ahí... Y tuve varias profesiones.
- ¿Cómo cuáles?
Hice de todo... Hice mucho tiempo pintura de obra. Enseñaba inglés y necesitaba un laburo que me deje más moneda. Hacía todo lo que era madera... La verdad es que laburé en varias cosas.
- ¿Dé dónde aparecen historias como las que hay en estas canciones de La Mississippi como San Cayetano, Café Madrid, El Detalle y todas esas? ¿Son reales o surgieron a partir de las presiones de un compromiso comercial?
San Cayetano es una historia real. Nunca tuvimos compromisos comerciales porque no pensamos que nuestras canciones se vayan a vender. Tenemos la suerte de hacer lo que queremos y que a la gente les guste. Entonces disco a disco hacemos cosas diferentes, y eso a veces anda solo, y yo creo que esa es nuestra diferencia como banda de blues en la Argentina: nunca un disco es igual al otro; tienen diferencias.
En el caso de San Cayetano fue una historia real un poco transformada. Yo le puse un final, pero es la historia de dos personas de clases sociales que se encontraron el la cola de San Cayetano. Era ella del Opus Dei con mucho dinero y el era de la clase obrera con una muleta que lo recuerdo mucho. Es amigo de un pariente mío, me contó la historia y quedó la versión porque me parecía una historia totalmente fuera de lo común.
Café Madrid es el café donde yo iba de cadete. Está en diagonal al Obelisco en Diagonal Norte del lado del Colón. Yo laburaba a la vuelta y los dueños eran unos gallegos que nos hacían cuenta y después pagábamos a fin de mes todos los cadetes. Después del tema tuve cuenta muchos años (ríe). Ese lugar fue parte de Buenos Aires para mucha gente.
Y hay temas que salieron de la nada. Temas que son 80 por ciento imaginarios y 20 por ciento real. Eso es lo bueno de no tener que dar explicaciones.
Si yo digo que mi mujer se llama María muchos tipos van a pensar en su mujer.

- ¿Por qué La Mississippi no forma parte de las grillas de estos grandes festivales que están haciendo las multinacionales?
Estuvimos bastante tiempo en estos festivales. Tocamos en los mejores horarios y qué se yo. Pero las megaempresas que organizan estos medios conciertos, empezó a requerir demasiado de los artistas que están en estos festivales. Nosotros no tenemos convenios con nadie porque somos independientes y tenemos nuestra propia agencia.
En realidad nunca nos perjudicó, porque nosotros seguimos tocando y tocamos en los lugares que queremos. Pero no te perjudica no estar en el megafestival, al contrario: te coloca en un lugar aparte.
En estos lugares sucede todo lo que te imaginés. Todo lo peor que te puedas imaginar y mejor también. A nosotros nos interesa que sucedan las cosas que nosotros queremos que sucedan y no las que nos hagan suceder. Además ideológicamente tenemos una manera de pensar entonces no nos gusta que nos manipulen.
Alguien tiene que estar afuera de todo eso. De la misma sala donde ensayamos salimos La Renga, Los Redondos, y La Mississippi. Tres bandas que son independientes, la misma sala; me parece que no es casualidad. Todos ensayábamos en el mismo lugar y todos pensábamos lo mismo. Osea, si tenés una idea, la tenés; es así. Sería bueno que fueran respetuosos de los artistas independientes y que nos invitaran... pero no lo van a hacer, y la verdad no me importa.
El anteaño pasado tocamos en uno de esos “meganosecuanto”, no se si era Pepsi o Quilmes, y había más gente viéndonos a nosotros que al artista de PopArt afuera y Mario (Pergolini) transmitió nuestros recital y no el de ellos y eso no gustó mucho.
- Cuando imagino a La Mississippi imagino a una banda que siempre después de cada ensayo se come un asado...
Con tiempo sí. Pero a veces estamos muy apurados. Yo hago muchas cosas. Estoy con la prensa, hago la parte de editoriales, laburo con las obras, produzco otras bandas, entonces los ensayos son muy puntuales. El negro Tordó es el manager. Gustavo Ginovi enseña guitarra a chicos sin recursos en las villas de Florencio Varela desde hace muchos años. Pero cuando podemos nos tiramos unas carnecitas que nos tiran los muchachos de un frigorífico de Rosario.
-La canción “El matadero” nace a partir de ese frigorífico?
No, el de la canción es un matadero de Varela. El flaco (el protagonista de la canción) es un muchacho amigo mío que vivió en mi casa mucho tiempo. Yo vivía a seis cuadras del matadero y él laburaba ahí y se iba a laburar y volvía quemado, y le dedicamos una canción.
- ¿Estabas tan enojado como lo describe la canción “El fierro”?
Todo lo de “El fierro” nació como un chiste acerca de los jubilados que aparecían en el programa “La tuerca”. Tincho Zabala actuaba ahí y siempre decía “un día voy a agarrar un fierro y voy a entrar a dar y dar y dar”. Fue como un homenaje a eso y justo en ese momento (fines de 2001) estaba todo podrido y dejó de tener un sentido tragicómico y empezó a tener un sentido social. Las desgracias en la Argentina siempre toman trascendencia porque es un país dramático.
¿Por qué te creés que vienen tantos extranjeros? Porque creen que están en el Mayo francés constantemente. Vienen y les encanta ver banderas rojas y todo es emoción de algo. Yo conozco un montón de extranjeros que vienen acá para que les pase algo, porque en Europa no pasa nada; suecos y alemanes que me dicen “vamos a la macha, vamos a la villa”… Están a la búsqueda de una ebullición revolucionaria constante. ¿Sabés la cantidad de alemanitas lindas que van a cocinar para los villeros?
- ­Te gustan mucho a vos las minas ¿no..?
Seee… ¿A quién no le gustan mucho las mujeres? Las mujeres son espectaculares. No ha hecho Dios nada más perfecto que eso. Yo creo que se basó en eso, lo demás lo hizo de sobra. A nosotros nos hizo un apéndice como para poder encastrar…
- ¿Tuviste muchas mujeres?
No muchas. He tenido buenas y en buena calidad. Después ya me casé… llevo 22 años de casado.
Pero se dice que para un músico la infidelidad es inevitable…
La infidelidad no existe, lo que existe es el amor. Hay un secreto de por medio. El matrimonio lo que trae es el secreto, y con mi mujer ya lo descubrimos…
- ¿Y cuál es ese secreto?
No, no te voy a decir. Casáte y lo vas a saber. Mirá vos que te voy a decir acá sentados en esta mesa… Dejáte de joder…
­- Qué ice tu mujer acerca de las letras que escribís referidas a tantas mujeres…
Se caga de la risa. Ya me conoce.
La esposa de alguien que escribe no tiene que ser celosa como una piba de 14 años, tiene que ser adulta e inteligente. Puede que te toque una chica muy jovencita o tenga una crianza muy estricta (o no), probablemente no te tenga la fe necesaria porque vos no la merezca… Andá a saber ¿viste? Si alguien interfiere en una cosa artística la está destruyendo.
­Cambiando de tema, ¿no creés que los medios grandes se olvidaron de ustedes?
Mirá, te voy a decir un secreto: Cuando menos manija te dan y cuanto mejor tocás, mejor te va. Vos tenés que tocar lo tuyo siempre bien y en el mismo lugar insistir y siempre la gente va a verte. Y si no estás en un megaconcierto, la gente va a verte igual, probablemente porque es una contra reacción de todo eso. Lo importante es estar del otro lado. Alguien tiene que estar del otro lado. La gente cree que el megaconcierto es la finalidad de un músico, la finalidad es tocar y seguir y hacer la mejor música posible y tocada lo mejor posible y con lo máximo posible de calidad que puedas. El rock argentino en un momento tuvo calidad de exportación, como Invisible, Pescado Rabioso, Serú Giran… Ahora hay muy poco para exportar. Tiene que volver Soda Stereo y un montón de grupos para que suene a rock internacional. La mitad del rock nacional es una porquería, suena mal, tocan mal, desafinan, no estudiaron. Nunca vi tocar tan mal como ahora…
- ¿Y a qué creés que se debe?
Es glamour, es pavada. Es usar los signos y símbolos que están de moda y tocar para el culo. Siento que soy de la generación de los Rolling Stones, que aprendimos a tocar con los Stones (y eso es blues lo que tocaban los Rolling Stones) y cuando escucho una banda que toca “rolinga”, mal, me da vergüenza. Eso no se puede exportar y me da bronca que con los músicos grosos que hay en la Argentina, sobre todo en el interior, y todos estos mogólicos que desafinan estén arriba. El 50% de lo que escuchás en el Pepsi Music está desafinado. Ponélo como título… Pero ponélo ¿eh?

Hoy por hoy La Mississippi se encuentra abocada a un disco conceptual; canciones que estarán desarrolladas a partir de una sola historia: la de un boxeador.
Además están presentando un show de versiones de sus propias canciones con muchos invitados, pero ojo, versiones muy diferentes, al punto que “El detalle” ahora es tango.
Era una tarde soleada en un bar que se quedó en los años 20, revestido en madera, bien porteño.
Ricardo Tapia nunca se sacó las gafas de sol. Hablamos casi dos horas y pidió un trombón (nombre con el que se designaba a un vaso de vino) en copa acaso por aquella máxima que compuso que dice “un trago para ver mejor”.

jueves, septiembre 27, 2007

Pedro Aznar el músico y la leyenda


Buenos Aires, miércoles 26 de Septiembre de 2007. Entre mail y mail se concreta una entrevista exclusiva con, nada más y nada menos que Pedro Aznar.
Me citan a una dirección en el barrio de Belgrano. Subte, colectivo, preguntar, preguntar, preguntar.
Mirar el papelito con el domicilio anotado; si, es acá.
Portero eléctrico y “¿hola?”, preguntan, “si, ¿Cosme?”, respondo, “ahí bajo”, advierte.
Cosme es el manager y asistente personal de Aznar.
“Vení conmigo que te llevo a la casa”, invita. Si, la casa, su lugar, su fábrica.
Dos cuadras, una vueltita y al llegar un muchacho nos espera. Se llama Leonardo, otro de los asistentes del músico. Ascensor. Sexto piso.
La puerta se abre y un piano de cola negro lleno de carpetas de ejerciocios técnicas y partituras se erige sobre el minúsculo living. Sobre el atril, evidenciando que es lo último que se tocó, unas partituras de las sonatas de Chopin.
El suelo alfombradísimo da cuentas de la acustización.
“Te dejo, ahora viene Pedro”, dice Leonardo y me deja solo.
Frente a mí, se apoya en una pared un estante que sirve como discoteca. Son muchísimos unos 500. Arriba de todos estos tres premios Grammy’s. También frente a mí, hay un espacio que se debe haber construído como comedor, y que me resultó muy conocido. Ahora si: ese lugar se registra en el dvd Aznar canta Brasil, su último disco solista, en donde se lo ve ensayando. En la pared del fondo, un disco de platino por la placa Serú 92, el trabajo que dio fin a la leyenda de Serú Girán.
A unos centímetros de mis rodillas una mesa ratona, algunos libros y un Buda enorme.
La puerta se abre. Y el músico sale con una taza de té en la mano.
Keyko, su gata blanquísima merodea por entre los sillones y reposa en las piernas de Pedro. Toda la entrevista se desarrolla con el felino, acaso, ornamentándo al músico.
¿Este es el lugar en donde escribís las canciones?
Si, en este piano es muchas veces en donde escribo. También me gusta escribir surante los viajes. Muchas cosas salen ahí, en el hotel o en un avión o en el auto.
¿Tenés problemas con los vecinos cuando tocás en este departamento?
No porque los lugares donde grabo están acustizados y además trabajo en horarios razonables. Pero igual muchos son fans así que está todo bien.
¿Durante este último viaje a Brasil salió algo nuevo?
Escribí poesía. Música no. Hice una versión al castellano de un tema precioso de Selso Fonseca, que se llama “Un mundo extraño”.
De acuerdo a lo que vas rejuntando entre viajes e inpiración hogareña ¿tenés algún trabajo nuevo en puerta?
Si, de hecho tengo dos trabajos para completar. Uno está en un noventa por ciento y otro en un 66,2 % de realización. El que está más completo es un libro de poesíaque se va a llamar “Dos pasajes a la noche” que imagino saldrá para marzo o abril de 2008, y el otro trabajo es un disco doble que todavía está lejos de estar terminado. Todavía tengo dedicarle más espacio y seguramente lo voy a grabar durante el verano de 2008.
El disco Aznar-Lebón está dando muchísimos frutos ¿no?
Imaginábamos que iba a ser bien recibido, pero en realidad la respuesta fue muy grande, cosa que nos sorprendió gratamente.
¿Pero no opacó tu trabajo Aznar canta Brasil?
No opacó nada porque estuvimos dos años girando con ese disco y nos fue maravillosamente bien.
¿La idea de juntarlos la tuvo el teatro ND Ateneo?
Si, pero igual era una cosa que ya venía rondando desde hace años. Lamentablemente por compromisos de cada uno termonábamos no haciéndolo, pero hacía mucho tiempo que qeríamos hacer algo juntos.
Cuando decidieron hacer este trabajo, ¿solo se juntan los dos, o con otros músicos?
Tuvimos dos encuentros con David solos para redondear la lista y luego de eso ya sumamos a Andrés Bewsaert en el teclado.
¿Cuándo fue el momento en el que decidieron que solo iban a tocar los tres y no con toda una banda completa?
Fue una propuesta mía. Me pareció que era más interesante hacerlo de esta manera porque íbamos a ofrecer una visión diferente de las canciones. Las íbamos a tocar desde un ángulo distinto e iba a ser un mayor disfrute para nosotros y para el público porque iba a tener otro color e iba a ganar en intimidad y emoción. Es algo que me han comentado mucho. La potencia emotiva que tiene el disco.
¿Qué te atrae de tocar en Tucumán?
La comida de Tucumán, regionales o no. Se come muy bien en Tucumán. Y también el Teatro Alberdi que es un muy muy lindo lugar.
¿Y hasta cuando piensan girar con Lebon?
Hasta fin de este año, y luego cada uno se dedicará a sus trabajos solistas. Vamos a tocar en Chile y probablemente en Colombia.
Entre tus fans y los de Lebón se escucha un ferviente deseo de un tercer disco, esta vez con Charly. ¿Pensáste en esa posibilidad?
Lo que pasa es que eso ya sería otra cosa. Si nos juntamos con Charly eso sería Serú Girán.
Y tendríamos otro regreso más...
Otra vez sopa, diría Mafalda...
¿Que opinás de todos estos regresos?
A mí me parece que está muy bien. Me parece bárbaro que vuelva Soda porque es un grupo que sigue siendo relevante y me encanta que vuelva The Police, porque soy fan.
Y vuelve Led Zeppelin...
¿En serio?
Si, parece que tocan en Londres
Uf, voy a ser el primero que va a estar ahí.
¿Qué fuiste a hacer al Brasil?
Fui invitado por Paulinho Moska a un ciclo que se llama “El Mercosur Musical” al cual también invitó a músicos de Uruguay para hacer un intercambio musical con él. En el ciclo estuvimos participando Jorge Drexler, Kevin Johansen y Luciano Supervielle.
¿Tenés proyectos de para musicalizar películas otra vez?
Si, casualmente venía en el taxi leyendo el libro de la nueva película de Diego Rafecas, el director de Un Buda, que se va a llamar Paco y la voy a musicalizar.

Su reciente regreso desde Brazil, lo hacía verse cansado y no muy predispuesto a la entrevista, pero si, predispuesto para ser anfitrión de un visitante que de lejos venía.
Estar en su casa hace que el visitante se sienta intruso, no por cuestiones de mala atención, sino que inconcientemente el visitante no quiere interrumpir el caudal musical que ha de ser esa casa.
El dato: nunca hubo música. Todo era silencio y, como concecuencia , paz.
Esa era la casa de Pedro Aznar, en la que vive hace 21 años cuyas paredes son el testigo eterno, impenetrable y mudo de notas y versos, de encuentros cumbres y cónclaves.
Y aunque usted hubiese estado allí, nunca lo creería, como yo tampoco lo creo, simple y llanamente porque Pedro Aznar forma parte de una leyenda y las leyendas, pues leyendas son.

viernes, septiembre 07, 2007

Lo importante es lo de "adentro"




Si, es cierto: lo interior es lo que importa. Eso de estar adentro tuyo es importantísimo.

Si, es cierto: lo interior es lo que importa. Eso de que con un gesto muy particular en tus cejas, ya sepa adonde tenemos que ir, para estar adentro tuyo, que es importantísimo.

Si, es cierto: lo interior es lo que importa. Sobre todo eso que hay en el interior de tu encajes, porque me incita a estar adentro tuyo, que es importantísimo.

Si, es cierto: lo interior es lo importa. Eso que se mueve cuando me besás y que está en el interior de tu boca, que me erotiza, y me pide que esté adentro tuyo, que es importantísimo.

Si, es cierto: lo interior es lo que importa. A tal punto que con tus manos me empujás a tus adentros, y me atás ahí, para que no salga, y tu interior nos ilumine a los dos, que es importantísimo.



jueves, agosto 30, 2007

Damas y caballeros: ¡Rubén "el Negro" Rada!


Imaginá que tenés 64 años. Hacé de cuenta que naciste en 1943. Supongamos que sos músico, por instinto, que está en tu naturaleza. Imaginemos que sos un amante del rock, del blues, del jazz y de la música latina.
En la década del 60 hubieses escuchado, hecho todo un hombre, a unos pibitos de Liverpool y de seguro te hubiesen conquistado, y así la música, cualquiera sea el género, y generalizándola como única, te hubiese llevado a tocar por el mundo.
Eso mismo le pasó a Rubén Rada. Tiene 64 años y vio nacer mucha música, y aunque el candombe era antes que él, él mismo fue quien lo intrudujo a los diferentes estratos sociales y culturales, pues “esa era música de negros”.
Formó El Kinto Conjunto, junto a un mítico músico uruguayo llamado Eduardo Mateo, quien el 16 de mayo de 1990 pasó a la eternidad, y con quien Rada creara el llamado “candombre beat”.
Así también el jazz pasó por él y cual género se le haya ocurrido.
Sus temas se tocan en el mundo entero, habiendo sido grabados por personalidades musicales internacionales del nivel de Milton Nascimento, Lanny May y Herp Alpert. Rada fue invitado por Jon Anderson y Joan Manuel Serrat a participar de sus discos “Deseos” y “Utopía” respectivamente.
Si bien es cierto que “el Negro” es conocido por su simpleza y naturalidad entrevistarlo da temor. Claro, el temor ese del que se habla en la Biblia.
Esta vez la entrevista fue realizada vía chat, y aún así, tan solo con el monitor de frente, las estructuras son demolidas por la presencia real o metafísica de este hombre al que conocerlo implica sostener toneladas de tablas de escenarios y de todo el mundo.
Inicio sesión y veo un nombre allí.
“Hola, aquí el periodista tucumano ¿ahí?”, pregunto. Hola soy Faby (su agente de prensa), responde y empiezo a comerme las uñas.
- Juanpi dice:
(Espero)
- Faby dice:
- Dame un segundo y ahora arrancan
- Juanpi dice:
- Tranquila. No hay apuro...
Mentira, quiero hacer el reportaje ya.
- "Hola Juan, aqui Rada"
- ¡Hola negro..! ¡Aplausos! Perdón... ¿te jode que te diga negro?
- No, me jode el aplauso... (y ríe)
- Uhhh, cagué la nota... Otra vez por Tucumán, Negro.. ¿Qué vamos a escuchar?
- La conjunción que se da entre la banda de Malosetti y Rada, y las canciones de un disco que ya estamos mezclando en Buenos Aires de cuatro shows en vivo en La Trastienda. Música mía, música de Malosetti y dos grandes músicos como Giunta y Hernán Jacinto"
- ¿Qué queda de la mezcla del jazz que hace Javier (Malosetti) y el camdombe que hacés vos? Digo, ¿cuál es el resultado de eso?
- Es bueno, muy bueno; porque tampoco Javier es un jazzero radical. El juega con el jazz puro pero cuando toca su música, tanto la música de él como la mía, están empapadas de influencia latina.
- Pero el Rada "musico popular y murguero" no queda detrás de un Rada influenciado por la perfección de estudio de Javier?
- No, porque yo también tengo influencias jazzísticas dentro de mi música. Los primeros discos que yo grabé tenían mucho de jazz. Por ejemplo, por decirte una canción a mi hija "Lucila 2" está en el disco En Familia. También tenés que acordarte de todo el trabajo que hice con OPA en Estados Unidos o Montevideo 1 y 2. Ahí vas a encontrar un Rada bien World Music. No te agarres de Quien va a cantar o Alegre caballero que son discos para que el pueblo baile. Hubo una época que mi música era bastante elitista y después de Cachorro López cambió.
Pero eso está dentro de mí siempre. No me olvido de tocar buena música, aunque grabe discos “comerciales”.
- ¿Es cierto que no estudiaste nada de música?
- Te llegó tarde el chisme... Digamos; tengo 64 años, hace 54 años que soy músico intuitivo"
- ¿Qué estás escuchando de música hoy por hoy?
- Hoy por hoy escucho bastante música uruguaya. De los grupos de acá y como siempre, Eduardo Mateo, los Beatles... y por mis hijos escucho María Carey, Living Colour, y después escucho tango, Charly, Fito, Malosetti... los grandes. Mariano Otero con su banda de jazz, Fernando Cabrera...
-Nombráme tres discos fundamentales para Rubén Rada...
Magic Time de Opa; Spectrum de Billy Coban y el disco blanco de los Beatles, ese es infaltable, no puede faltar en ningun hogar.
-Por TV y a través de tu música siempre te conocimos alegre y feliz ¿Sos así todo el tiempo?
¿Te la contesto pscicológicamente o musicalmente?
-Las dos...
-No hay ninguna persona que esté siempre alegre. Si fuera así sería un insensible; un irrealista que no ve lo que pasa alrededor. La vida son matices. Pero la verdad es que soy más sensible y triste que alegre.
Soy una esponja y todo lo malo que pasa en el mundo me lo chupo. Pero cuando salgo a trabajar o a hacer notas en televisión o radios automaticamente me pongo de buen humor porque es parte de mi trabajo...
-¿Y hoy cómo estás? (más allá de hacer esta nota)...
Estoy alegre porque estoy haciendo una nota, “je”
Lo que te quiero decir es que el show de Malosetti y Rada tiene todo lo que puede esperar una persona que va al Teatro y quiere escuchar buena música, emocionarse y reir. Dos personas con mucho carisma y sinceras con el público.
-¿Cuáles son los mejores recuerdos que tenés de Tucumán? ¿Locro y empanadas tal vez?
Si de eso, pero también de Ronit Keter y su familia que cada vez que voy por ahí me hacen sentir tan bien... y una simpleza... como están las minas...
-Y cómo están las hijas de Ronit...
Por lo que veo en la foto estás muerto con la más chiquita. Por tu foto veo que sos joven.
-Si, pero Maia no me da bola y se fue a estudiar a Buenos Aires.
¡Compráte un saxofón y la vas a conquistar! es una familia muy musical...


Lo que sigue mejor ni escribirlo. O mejor sí escribirlo.
Lo que sigue se dará esta noche en Plaza Independencia desde las 21 en adelante.
Lo que sigue es la impresión de haber mantenido un contacto con cualquier pibe de mi barrio, pero músico, que vuelve a visitarme después de varias décadas de recorrer el mundo haciendo bailar a la gente, incitando a esa gente a gritar cada vez que se lo vea “¡tocá, che Negro Rada!”

¿Qué piensa la empresa de vos?



No importa cuánto trabajes. No importa lo bien que trabajes. No importa lo mucho que le sirvas a la empresa. No importa lo mucho que te gusta tu trabajo. No importa lo poco, lo normal, o lo mucho que te paguen.
Para el grupo económico, el gerente general, y sobre todo, el contador vos no sos una herramienta por la cual la empresa se beneficia, no sos una persona, más bien representás un GASTO.
WELCOME TO THE BUSSINESS WORLD.

(Estoy pensando ponerme una verdulería en el barrio... De seguro no me voy a sentir tan poca cosa)


viernes, agosto 24, 2007

Después de todo este tiempo

Después de que en mis ojos se repararon las goteras.
Después que de las crisis a oscuras bajo la cama.
Después de haber sanado la locura en el hospicio entre Napoleones y Parches Adams.
Después de verte ir caminando sobre las aguas de un mar abierto.
Después de darme cuenta que en la del podio era un doble tuyo y no vos.
Después de litros de tintas y kilos de papel.
Después de sonatas de pianos tristes.
Después de haber dejado la marca de mis rodillas en iglesias que nada que ver.
Después del naufragio,
después de tanto pero tanto tiempo,
anoche vi en sueños,
tras una puerta de vidrio,
con la cabeza gacha y sin mirarme,
durante unos segundos
a ese viejo amor.
Pero después de tanto tiempo
y pensándolo bien,
aunque sea así, en sueños,
dejé la puerta de vidrio cerrada,
di media vuelta en la entrada,
y me fui,
como hace tanto tiempo,
te fuiste vos.

jueves, agosto 23, 2007

Tips


(De algunasverdades.blogspot.com)



Todo lo que tenés que hacer en una primera cita si vas a querer que ella te vuelva a llamar:

1. Dale sexo oral.
2. Mirála mucho.
3. No la mires tanto.
4. Desvestila con desesperación y seguridad, todo junto.
5. Decíle cosas lindas.
6. Decíle las peores chanchadas.
7. Mirála de nuevo.
8. No tanto.
9. Llevá el ritmo.
10. Seguí su ritmo.
11. Escuchála.
12. Sé un poco indiferente.
13. Sé un poco cariñoso.
14. Si usás slip, que no lo vea.
15. Tocála.
16. Mirála con ganas.
17. Cogela bien.
18. Procurá que acabe.
19. No ronques.
20. Y nunca te confundas su nombre.

Todo lo que tenés que hacer en una primera cita si vas a querer que él te vuelva a llamar:

1. Decíle que la tiene muy grande.

martes, agosto 21, 2007

Síndrome de sábados por la mañana


Sábado 9 AM. Mis ojos se dejan abrir y contemplan el cielorraso. Doy un par de vueltas en la cama hasta que mi cuerpo cansado de estar horizontal se levanta del lecho.
Las cortinas abren paso a una vista verde y húmeda del cerro, mimado con caricias de nubes.
G. cumple años esta noche. Voy a bailar con ella, voy a tomar mucho alcohol y después voy a hacerle el amor como para que no se olvide.
Mámá cose en su taller de costura. Me doy cuenta por el constante ruido de la máquina de coser.
Le lavo algunos platos y vasos que quedaron de la noche anterior, mientras pongo en el fuego la pava. Bandeja de acero inoxidable, mate de madra, bombilla, termo y yerba. Sahumerito de coco. A la mesa.
En el living de mi casa armé todo un microcine. TV de 31 pulgaas, DVD y un equipo de audio con sus altavoces estratégicamente acomodados para el surround. La verdad es que alcancé a armar una importante colección de cd's y dvd's musicales. Hay unos dos mil discos y muchos dvd's que aún no conté.
Allí sentado comienza mi gran día de descanso. Música, mate y más música. Entre canciones le cebo unos amargos a mamá que abrió su puerta de modo de escuchar la música que pongo. La escucho cantar. Rock, folk, jazz, pop, blues y los infaltables tango y folklore.
En medio de eso noto cierta invitación de parte de los músicos proyectados en la pantalla de mi TV así que traigo mi guitarra y me uno a ellos en sus conciertos. Esta mañana toque con Coldplay, Diana Krall, Roger Waters Pink Floyd, con Bersuit Vergarabat, con Clapton, con Queen, Pedro Aznar y con Raly Barrionuevo y La Juntada. Me siento un músico tan versatil...
Los sábados por la mañana son los días más lindos de mi vida. Música, sociego, buenos olores y sabores, la familia, mate y una notebook para plasmar en el lugar que quiera mis impresiones y sentimientos. Soy feliz. Con eso me basta. Claro, algunos dirán que soy mediocre y que me conformo con poco, y se podría responder que sí.
Hoy hay buen humor, por lo menos hasta que llegue ese maldito síndrome de domingos por la tarde, que hoy es nulo, inexistente e inoperante.

miércoles, agosto 15, 2007

Daniel Melero - El semillero y el microchip


En días jueves la redacción de el periódico es, por momentos, insoportable. Se acerca el fin de semana y comienza la cuenta regresiva para cerrar la edición. Corridas, celulares que suenan, correcciones, malidecencias al aire, estrés por doquier, puchos, puchos, más puchos.
Pido silencio porque tengo que hacer una entrevista telefónica y debo activar el altavoz del teléfono para grabar. Pero sé que mi pedido será en vano: todo el mundo está nervioso. Pecho a las balas, no juzgo, también yo me pongo insoportable cuando llega la hora del cierre.
“¿Hola?”, suena en el parlante chillón del aparato. “Sí... ¿Daniel?”, pregunto. (Hace un tiempo atrás llamé a Ligia Piro, me atendió Susana Rinaldi mamá de la muchacha. Yo ni sabía, y le corté porque Ligia no estaba. Gil).
“Sí, soy yo. ¿Cómo le va...?”, dice y apenas con el sonido cálido, amable y hospitalario de su voz, la redacción enmudece.
“¿Con quién habla Juan Pablo?”, se preguntan de mesa en mesa. “Con Daniel Melero”, se corre la bolilla.
Los ochenteros y noventeros de pura cepa saben bien quién es. Los amantes de la electrónica nacional actual también. Pero los periodistas de la redacción que hacen política, economía, campo, y quizá, algunos de los que leen la nota no.
Su nombre figura en más de cincuenta discos. Pionero de la música electrónica argentina, es el faro ineludible de toda tendencia vinculada al rock. Daniel Melero nació el 12 de enero de 1958 en el barrio de Flores, en Buenos Aires, Argentina. Claro, nombrar ese barrio en Tucumán puede no significar nada, pero es un barrio con una avenida llamada Rivadavia donde proliferan cuadras y cuadras con bares, pubs, y discos de todos los géneros.
Se dio el lujo de grabar Canción animal junto a Soda Stereo, tan en boga por estos días y un disco electrónico junto a Gustavo Cerati que titularon Colores Santos.
Nombrar y contar cada uno de los discos en los que trabajó no se puede en este semanario, así que usted, preocúpese luego en buscar la info en Internet, que yo le propongo que lo escuchemos. Sí, que lo escuchemos, porque a Melero nunca se lo lee, siempre se lo escucha.
Quedamos en el “¿Cómo le va?”
- Qué buen laburo tenés...
- Yo no lo considero un laburo, creo que es más bien una vocación. El otro día hablaba con Diosques (uno de sus músicos y producidos), que casualmente es de Tucumán, y me decía “trabajar es tan feo que te pagan por eso”. Yo logré vivir de la música pero no era una meta en sí misma, era una intriga.
- ¿Desde qué edad tocás?
- Estudié guitarra dos meses cuando era chico. Era el peor del curso y la profesora se veía obligada a separarme del resto de los chicos que estudiaban.
- ¿Qué diferencia hay entre el músico de 20 años y el músico que ya está por cumplir los 50, que ya está dedicado a su esposa, a su casa...?
- Los discursos de uno tienden a cambiar. Cuando no cambian uno debería preocuparse. Creo que no hay nada más patético que un tipo grande hablando como si fuera un adolescente en sus letras. No es interesante ni para alguien que creció con él ni para un chico joven.
- Y en música parece que ese discurso se modifica... ¿Van teniendo mayor sensibilidad los discos?
- En el proceso que he tenido con la música, cada vez menos me interesan mis ideas. Me atraen más los contenidos que otros tienen y, casi te diría, administrar esas ideas y sumarle a eso una visión que tenga yo, pero recién en el último estado. Para mí, la mente es el lugar más aburrido que hay.
- ¿Creés que en Acuanauta (su último disco) se percibe esa sensibilidad?
- Siento que ese disco es como uterino. Hay como una especie de fuga absoluta y retorno. Pero en realidad los discos que menos recuerdo son los últimos y los otros los recuerdo más que nada a través de la gente. Cuando hago un disco estoy abandonando esas ideas. Acuanauta tiene más de un año y en este momento este buceador está en aguas profundas buscando otras cosas. Siempre me costó hablar de mis discos anteriores. Para mí, todos los discos son obras inconclusas.
- ¿Encontraste algo en esas aguas que estás navegando?
- Sí. En este momento estoy trabajando con el grupo con el que voy a ir a Tucumán, con un sistema muy extraño que consiste en que yo muestro un embrión de una canción, lo canto, y dejo una maqueta que no va a ser usada, y me voy, y ellos trabajan ahí sobre lo que les parece. Ese es el material de lo que está pasando en el disco que estamos grabando. Sería como un “produciendo a Melero” en donde Melero también se suma pero como post productor y me atrae mucho porque siempre he tocado con los músicos que admiro. Creo que haber llegado a este nivel de entregar este campo de la producción a otros sin excluirme, me está dando una cantidad de alegrías, ideas e impresiones fabulosamente nuevas con la música.
- Estás dejando “surgir a los pibes”…
- Sería un tonto si no lo hago. No lo hago porque sencillamente se me ocurrió a mí, porque sencillamente soy consciente de con quiénes estoy y por eso conviene correr el ego.
- Nombráme tres discos fundamentales para Melero…
- Si me tengo que ir a una isla desierta me llevo Low de David Bowie… (piensa)… mmmm… (piensa). No, me llevo solo ese para no tener tanto dilema. Es ese y me llevaría algunos libros y algunas películas como La venganza de Andrómeda, o cualquier película de Jodorowsky. De libros me llevaría… (piensa) Uf… “Ficciones” de Borges.
- Ese libro no parece tan loco como lo que nombraste…
- Estas equivocado... ¿eh? ¿Lo has leído?
- No…
- “Ficciones” es un libro tan importante que es el único libro que en las cátedras de física cuántica de la Universidad de Princeton es leído como materia debido a las ideas que contiene. Borges en ese libro plantea cosas que recién están empezando a ocurrir. Si querés ser físico, tenés que leer “Ficciones”. Para mí la física y la genética son las dos formas más altas de arte poético; mucho más que ciencia.
En ese instante le revelo a Melero que en la redacción no vuela una mosca y que todos, en sus escritorios, están escuchándolo solo a él. Se ríe y grita “¡disculpen!”.
La voz, la presencia y los relatos del músico nos hicieron olvidar del parlante chillón del teléfono. Pero claro, la mejor versión de Melero no es esa, sino su música, entre los sintetizadores, las laptops, su semillero de músicos, su pentagrama, desde siempre plasmado en un microchip desde siempre plasmado en pentagramas no en atriles, mas bien en monitores de LCD.






sábado, agosto 04, 2007

La otra noche




De amores pasados,
de debilidades consecuentes
de aguijones en la piel.

Después de esclavitudes perseverantes,
de detalles que desnudan.
Y así nos fuimos olvidando
de grilletes y ataduras.

Y el diablo metió cola y cizaña
y sin miramientos ella desnudó su espalda
ataviada de tatuajes
y de anhelos de caricias.

Y se volvieron pirómanos
e incendiaron sus vestigios.

Dos pezones como conos,
alumbrados por luz naranja
a la espera de una lengua
que amor destile,
que amor renazca.

jueves, agosto 02, 2007

Cruz diablo


No me gustan los ateos. ¿Sabés por qué? Porque cuando le preguntás “¿cómo estás?” te responden diciendo “bien, gracias a Dios”. Y cuando les preguntás "¿venís mañana?" te responden "si Dios quiere..."

jueves, junio 28, 2007

Inexorabilidades

Pagar la luz, el agua, el gas y los impuestos. Pagar los descuentos e intereses de la tarjeta de crédito. Conseguir otro crédito para comprarme una casa como sea. Comprarme un auto.
Que el pintor. Ir a la obra social y pedir órdenes para el kinesiólogo. Que mis hernias de disco en tres lumabres.
Las notas en el diario y el programa de radio. Conseguir la plata para poner una radio a mi mamnera.
Que si me depositaron el aguinaldo o no.
Que tal gobernante y el otro, que la derecha que la izquierda, que las leyes y la democracia.
Comprar urgente una computadora nueva.
Escribir la novela; actualizar el blog.
Pensamientos que pasan por mi cabeza resumidos en una sola palabra: responsabilidades.
Antes no pensaba en estas cosas.
La puta madre, ¿me estaré convirtiendo en un hombre?

miércoles, junio 20, 2007

Ese asunto de la entrevista


(Click a la derecha para escuchar una de sus canciones)
Ya pasó una semana desde que Lisandro Aristimuño y yo nos comunicamos por chat para hacer esta nota. Hoy, aquí en la mesa de redacción no sé cómo redactar la introducción. Será porque Aristimuño es un músico al que no se puede catalogar ni acomodar en género alguno. Pero a todos los que lo escuchamos nos encanta, y no hay objetividad que se logre a la hora de escribir sobre él. Le pregunto a Alejandro Díaz (Jade) cómo podría empezar esta nota. Tampoco me ayuda mucho, pero me tira características musicales de este artísta, que a él también le encanta. Rionegrino, de 28 años. Tres discos en su haber. Enamoró a Buenos Aires y alrededores con el broche de oro de haberse presentado ya en Europa.Este músico le dió nuevas esperanzas a las canciones de amor. Experimentó el verdadero sentido del new age encontrando el vuelo poético de los 70’s más la exploración electrónica de los 80’s, pero con las ventajas que la tecnología de hoy ofrece. En síntesis, sabe aprovechar eso que en los 80’s no estaba materializado. Se aleja de todo género, pues puede aplicar una zamba pop electrónica y saber dibujarla como nadie. Por eso se puede decir, alejado de toda adulación, que se trata de un músico fuera de serie.
-¿Cómo te llevás con este asunto de la entrevista?
Depende el periodista y sus preguntas, pero dentro de todo tuve suerte y me tocaron los mejores. Se vé que no les intereso a los faranduleros, por suerte.(A Lisandro aún no le tocó un mal periodista, pero siempre hay una primera vez).
-¿Qué frutos está dando 39º?
La verdad que muchos y muy buenos. Sobre todo conciertos , que es lo que más me interesa
-¿Qué tiene de diferente en cuánto a los otros?
Hay muchas diferencias o por lo menos intenté que las tenga, sobre todo por mi curiosidad de seguir investigando y no repetir fórmulas. Creo que en algún punto 39º es mas urbano en su musicalidad y no así en sus letras, que intento mantener esa simpleza a la hora de escribir.
-De los tres discos ¿cuál es el más especial para vos?
Los tres tienen mi amor. Son como hijos. No puedo diferenciar el afecto. Cada uno tiene su energía. Y son los tres muy especiales. Personales diría.
-“Amor”... qué palabrita ¿eh? Digo, amor escrita desde tu puño oparece tener una significación especial. Esa palabrita parece ser la fuente de tus discos...
El amor es todo para mí. Y dentro de mis canciones es una de las principales fuentes de inspiración. No solo el amor de pareja, si no el amor entre hermanos, el amor a tu trabajo a lo que haces, el amor a vos mismo... y así puedo seguir toda la tarde
-¿Tenés algo con el folklore no?
Es una música que me conmueve mucho y la escuché desde mi infancia. No solo folklore argentino, sino de todo el mundo. Me interesa saber la música de raíz de cada país. Y eso ha inspirado e influenciado mucho en mi música
-¿Podés dar nombres de esas influencias?
Uh... son muchos. Pero por nombrarte algunos: Mercedes Sosa, Violeta Parra, Liliana Herrero, Peteco Carabajal, Inti Illimani, Chabuca Granda, Chavela Vargas, y otra vez puedo seguir toda la tarde...
-Cuando las influencias pegan, y la inspiración hace de las suyas, Lisandro, ¿dónde y cómo compone? Lo digo porque se vé a un pibe simple, de esos que en la habitación tocan y tocan. ¿Será así?
Si, es así. Aunque ahora en estos tiempos, por suerte, estoy tocando más con mi banda y frente a gente. Pero a la hora de componer me gusta estar solo y si es de noche mejor.
-Acerca esa imagen que me hice sobre tus modos de componer, ¿te gusta que el que te escucha te capte así?
Creo y respeto mucho en la gente que me escucha, entonces de algún modo intento que ellos cierren las canciones o sus ideas acerca de de esa imagen, no me gusta imponer las cosas, ya demasiado con la tv y la música manipuladora que nos ronda tan de cerca. Digo, que hagan la imagen que quieran, seguramente va a ser desde lo mas profundo y si no, también está bien
-Cuando le pregunto a alguien “¿escucháste a Aristimuño?” y me responden “no ¿qué hace?” no sé definirle el género exacto al que corresponde tu música... ¿vos podés decírmelo?
No, pero si tengo una solución: grabáles el disco.
-No Lisandro, eso es piratería...
Ah gracias por decírmelo, no sabia... (y se ríe).
-Confieso que lo grabé y se lo regalé a mucha gente...
Gracias por grabarlo y regalarlo. Ya que debe ser dificil que lleguen a tu lugar. Me interesa que la música llegue de cualquier manera, aunque comparto con vos y a mí también me gusta tener el arte, el librito y todo.
-¿Estás en pareja?
Si.
-¿Influye así como todos los artístas que me nombraste?
Claro que influye muchísimo, pero a veces me ha pasado que la mayoría de las personas que escuchan mis canciones piensan que son de amor y a veces estoy hablando de otra cosa. Eso me parece genial.
-Nombráme un disquito. Ese que escuchaste 40.000 veces y no te cansás...
Nuevamente por nombrarte algunos, (ja): Ok computer de Radiohead Revolver de The Beatles, Plastic ono band de Lennon, Parte de la religión de Charly García - Bocanada de Cerati, Kamikaze de Spinetta, El amor después del amor de Fito Páez, y así toda la tarde...
-Contáme, de los aparatitos. Tenés como un fetiche de los efectillos ¿no?
Me gusta mucho la cosa electrónica. De chico rompía las radios y los grabadores para ver qué tenían adentro. Y la verdad me interesa mucho el sonido, los programas y las cosas que salen es parte también de mis canciones. Creo que tienen que ver también con el hoy y que la computadora, por darte un ejemplo, es un instrumento más; como la guitarra, solo que a veces está mal usada y la computadora maneja al músico. Ahora por suerte podés crear tu sonido, antes se usaban los “preseteados” y Virus tenía tecladitos igual a Soda por ejemplo, aunque por suerte las canciones siguen siendo únicas y eso es lo mas importante.
-Pareciera que pasás horas buscando y buscando soniditos. ¿Sos obsesivo con la producción?Bueno tampoco tanto. Lo que hago mucho es samplear cosas de mi hogar. Cuando hay amor en algo que hacés, las obsesiones y los detalles pasan a ser placer y juego. Entonces no me doy cuenta si lo soy. Según mi banda y gente, no lo soy. Dicen que soy bastante práctico y voy al grano, como si tuviera el sonido que quiero en mi mente
-Tucumán ¿para cuándo?¡Para cuando me pidan..! ja.
Cuando me ofrezcan, me encantaría...
-¿Conocés?
No.
-Me parece que cuando conozcas de seguro sale otro disco.
Creo que tenés mucha razón. Por lo menos me vendré con muchas fotografías, fotografías del alma.
Lisandro Aristimuño parece ser una madre y sus discos sus hijos. Pero de esas madres que solo viven para ver jugar a sus niños. Y ¿por qué? Porque se denota un músico que no solo disfruta de tocar sus canciones sino también de lo lúdico que hay en los que la escuchan.Si no escucháste un disco de Aristimuño y querés que te diga para qué sirve, automáticamente paso a recomendarte que te encierres en tu cuarto, apagues la luz artificial y dejes a las virtuales luces del musico fluyan junto a las tuyas. Pido perdón. Pero es imposible mantener algún dejo de objetividad en esta nota. (Aunque tampoco lo quiero).

miércoles, junio 13, 2007

Dulce sufrimiento


Ella cuando quiere hacer el amor sonríe a medias y mira hacia abajo. En ese mismo instante es cuando le pregunto "¿qué te pasa?" y no responde sino con un gesto complice y su sonrisa a medias se extiende.
Ella se desnuda a medias y fuma un cigarrillo en silencio, mirándome. Yo también fumo, mirándola, en especial las líneas sugerentes de su ropa interior lo que produce una "condena agradable". Busco un disco y le doy play a Sweet sahumerio. Sufro, respiro profundamente y siento la sensación de arrojar mi humanidad sobre la suya. Pero espero, continúo mirándola y sufro.
Estirar su brazo para dejar el cenicero en la mesita de noche es el pié para que yo haga mi entrada y que las bocas dibujen. Pero no toco su ropa interior, sufro por unos minutos más, pero solo unos minutos más. Más tarde, cuando la humedad se convierte en manantial, ya suprimo el telón de lycra.
Ella cuando hace el amor no se intimida y gime, y cuando gime vuelvo a sufrir, y cuando sufro la piel se me eriza. Insisto en sus gemidos. Soy como una especie de verdugo que persevera en flagelar eso que la hace gritar. Y sufrimos cuando nos miramos al espejo y sufro yo, cuando, desde arriba, contemplo al compás de los movimientos sus caderas rendidas.
Ese sufrimiento que me provoca es el ápice de la pasión, el tesoro invaluable de los amantes.
Después de un rato, la pasión pide tregua. Yo me levanto a buscar los cigarrillos y enciendo uno de espaldas a ella. Doy media vuelta y la veo como se la ve en la foto y vuelvo a sufrir. Apago de golpe el cigarrilo y allí voy de nuevo, a perseverar en el dulce sufrimiento.

lunes, mayo 21, 2007

El gaucho Martín Pentium



Pavada de superficialidá
proclamada a gritos por la red,
que me atrapó igual que a un pe'h
y de esta raza no por boca es el deceso
este peje compañero, se lo mata por los dedos.

Ansí comienza este canto
de este humilde payador,
que aunque no tenga fama de cantor
le revuelven siempre las rimas.

De pajuera traijeron los gringos
un invento llamado "chat"
que aunque no sirve pa bailar
si lo usa en tremendo baile usté termina.

Lo usan todas las chinas,
de los gauchos no quedó ajuera nenguno
lo usan pa conseguir novio
o una "tranza" que le dicen algunos.

Lo cierto compañero, es que es pior que mandinga
viera usté como le envicia
es lo mesmo que la timba
solo que en esta perdición
no le entregan nenguna ficha.

Usté llega al "cyber", que le dicen,
"¡máquina!", le dice al cajero,
"¡con camarita!", le retruca
"pa verme con una chinita,
a ver si le robo un beso..."

De ahí me vi chateando en el "MIRC"
que es donde se junta la tropa,
tuitos meta teclear,
unos a otros sin descanso,
se prometen arrumacos
discribiéndose perfetos
pero a la hora del encuentro
lobizones parecen de lejo'h.

Pior que en la pulpería
se ofrecen las mocosas
y lo gracioso es que no es fácil
conseguir alguna prenda
porque compañero, no se me ofenda,
si usté e'h fiero se desconetan.

Lo dicho anteriormente
es solo una introdución
pa que usté se vaya ambientando
me he dejao engañar, le digo
terminando bien solito
como perro malherido.

Miré pa ver quién taba en línea,
queriendo alguna conquistar,
y no me quiero alabar
pero soy ducho pa la labia
ansí incité a una tal Sandra,
pa encontrarnos tras las cañas.

La vide llegando de lejos
junando pal cañaveral
como queriéndome estudiar
pa ver qué tal yo estaba
pero ete aquí, mire, vea
cuando vió de cerca mi apariencia,
igual que astuta corzuela,
ahí no más se dio la guelta.

Viera usté compañero
la afrenta que tenía.
Mi alma estaba partida
a causa del rechazo
que por tener grande el nazo
me dejaron ahí tirado.

Quería pelar el facón
y cueriarme bien la cara.
Maldicí hasta mi mama
por crear tal engendro;
me comparé hasta con un espetro
igualito que una luz mala.

Pasó el tiempo compadre
y el bajón lo superé,
pero como ya le mencioné
esto es vicio, no pavada
no aguanté y en una semana
usé otra vez el chat.

Ahízito estaba otra
queriéndome conquistar
y me dejé engatusar
pa arreglar otro encuentro
dijo "no importa que no seas bello,
es tu alma lo que quiero amar..."

Ensillé no más el zaino,
entuciasmao con la idea
de que a la china no le importe
de este varón nengún porte.

Parecía gaucha la china
era "sensible", me dijo
y aunque ní se discribió
igual me juí pa verla
"yo no soy superficial"
le dije sin vegüenza
"igual te wa querer,
seas gringa o seas negra..."

"De rosita te estaré esperando"
me avirtió sin vacilar
y cuando llegué a la piatonal
caturé los vestidos rosas.
Entonces la divicé
y me entró tremendo espanto
era regordeta la tipa
y ahí no más hice correr al zaino.

Me hice el sota redepente
y le clavé al zaino las espuelas,
no vaya a ser que me reconozca
y sin ganas tenga que quererla.

Pero vea cómo es la vida, mi amigo,
y cómo se dan vuelta las cosas
me acordé de aquellas horas
de dolor en el cañaveral;
esa noche yo juí igual
a esa mala mujer Sandra.

La abandoné a la percanta
sin importarme su dolor
que en mí áhura es doble,
pior que el anterior.

Me di cuenta compañero
que soy lo mesmo que un cuervo,
andoy buscando carroña
sin importarme la congoja
que viva la otra persona.

Por eso quiero cantar
pa que mi canto no se olvide
y entiendan los escuchantes
que en la vida no eh importante
el cuero que nos enguelve
sino el ánima que está adentro
que es la que vive pa siempre.

La espina me duele hasta ahora
las mesma espina que yo usé.
Solito me la clavé
mediante mi hipocresía;
dejé un alma sin vida
y a los cielos áhura le imploro
hagan corta mi penitencia.
Soy buen gaucho señores
y dejé de serlo un momento
por meterme en esos juegos
que no tienen algún provecho.

Tenga cuidao compañero
y no ande lastimando al mundo
mire que puede causar heridas
en menos de un segundo,
pero estas no se borran, compañero
ni estando usté dijunto.

Hot day


Si llegara a cualquier hora
el iceberg de la media noche
y no pasara de mí.
Haría, no un muñeco
de nieve
sino una muñeca muy hospitalaria
y gentil,
si tuviera la materia prima.
El abominable hombre
me palmearía la espalda
con su zarpa gélida y complice,
sacudiéndose del pelaje punk
los cristales de hielo.
Si una guerra fría me envolviera
haciendo las paces conmigo
y me llevara a patinar sobre aguas turbulentas
deliciosamente congeladas.
Un glaciar cualquiera
sin pretensión alguna
de deshielos espectaculares
me haría
un lugar con vista al polo
si este calentamiento global no lo amenazara.
Yo dejaría de mirar
la heladera como habitación posible,
ya no insitiría en vano con las cubeteras
ni alucinaría con osos polares.
Si fuera posible
en medio de esta pesadilla
el sueño feliz del iglú propio
Ganas de ser esquimal
para dejarme estar
sin nostalgias de playas o montañas,
contemplando la gloria de la aurora boreal.

viernes, mayo 11, 2007

Un año de dictadura



Fue hace un año atrás. Las pelvis se movían al compás de las comparsas en Yerba Buena, La Cocha, en Tafí y en Ancajuli, en los antros de las perdiciones todas.
Miradas de acá, miradas de allá. Besos que crecían en las penumbras. Agitábanse desde las 02 AM, junaban de reojo; ponían el ojo con la premisa de poner luego la munición y tres horas más tarde, la gente se acordaba de Cupido que atendía en un mayorista.
Paulina Lebbos victimóse ante el sistema, y el gobernante de turno la inmoló para lavar expiaciones que esquivaba.
La plebe, cautiva de la noche, agitose y protestó en la plaza. “Queremos saber de qué se trata” gritaron bajo escalinatas de la casa donde se firman nuestros destinos. Arrojaron latas de cerveza, piedras y “Alperobi botón…” arengaron.
Una, dos, acaso tres marchas y la urbe antes que protestar innovó con la tertulia. Hogar dulce hogar era la contraseña y nadie quedó afuera. Punchi, punchi, punchi vibraban las paredes y también los alguaciles. Punchi, punchi, punchi decían las costillas de de los plebeyos por parte de las cachiporras que pegaron pegaron hasta rempujarlos hasta las mazmorras. Sin embargo el sobrinito del dictador plantó también tertulia que duró hasta que febo pasara el ecuador ante la mirada displicente de la autoridad que se hacía la indiferente como indio que contempla debajo del taparabos del cacique.
“Apoyo la moción” decía un progenitor “mijo después no se levanta para ir a jugar al rugby”, agregaba delegando la educación del mocoso al gobernante.
“Yo también he sio rebelde. Y hablao con lo padre y tan contento con la medida…” expresó el excelentísimo y las masas apuradas por el tiempo, hasta nuestros días ingirieron bebidas espirituosas, de esas que aportan la energía necesaria para reventar el miocardio a mayor cantidad pero a menor tiempo sabiendo que en cualquier momento suena el toque de queda.
Y no hubo diligencia ni transporte público que los traslade pero emprendieron otro viaje, ese que mata el aburrimiento el que cannabiniza las horas.
Y las niñas de faldas satánicas deambularon el pueblo y calmaron la sed de los violines que aprovecharon la oportunidad ante la ausencia de D’artagnan, los mosqueteros, Superman y la polecía.
Suprimió el pucho y los ceniceros, encendedores, pipas, y papelillos; sedas, que le dicen. Pero no hubo multa alguna, el tabaco se le expropió a las juventudes para después repartirse en los ayuntamientos.
Y ya las noches no serán iguales. Y el gobernante finalmente razón la tuvo: cambió nuestra cultura argentina, latinoaméricana y norteña en germanos que beben cual october fest apocalíptico.
Aunque cual moraleja, la plebe le encontró el lado bueno: se hizo amigo de Mefistófeles que vende más rápido el infierno, no discrimina y de todos saca provecho.

jueves, mayo 10, 2007

Ficha personal


Ese soy yo. El que describe hechos propios aferrado a la utopía de creer que los demás están interesados en los pormenores de mi vida.
Soy el que va a la cancha y se suspende el partido.
Soy ese que sube a un colectivo nadie observa, a menos que se me caigan las monedas debajo del asieno del chofer. Soy de esos que caminan las calles de la ciudad sin llamarle la atención a los otros transeúntes y mucho menos a las peatonas.
Soy de esos tipos que para conocer minas necesita del esponsoreo de algún chico lindo. Pero es “el cara bonita” quien se las termina llevando.
Soy al que siempre le ruegan cantar canciones de amor para que los demás se toquen.
Soy el que mejor cocina.
Soy el que se alegra cuando al bailar todos hacen ronda y no bailan en pareja.
Soy de esos los que conocen con precisión arquitectónica a las discos, gracias a la eterna recorrida; vueltas y vueltas contemplando los rostros como del otro lado de una vidriera.
Soy de esos tipos con los que cualquier mujer dormiría en la misma cama sin el temor de acosos y confiada en que a la mañana arreglará el cuarto y preparará el desayuno a cambio de nada.
Soy de los que siempre se apartan del grupo de la foto.
Siempre somos dos, llega uno más, y no terminamos siendo tres, al final son “los otros dos” y yo por un rato, luego vuelvo a ser uno solo.
Soy el que, al final de la noche, cuando el sol ya molesta, mira al mundo pasar risueño, loco, disparatado, borracho y con la mano dentro del bolsillo del acompañante.
Soy el que siempre contesta en las clases. El de las mejores calificaciones.
Soy el “hombre ideal” que ninguna besa. El amigo incondicional que escucha de Fulana, Mengana y Sutana las crónicas y relatos de noches de pasión con sus amantes.
Ese soy yo. El que escribe el blog, tapando el monitor temeroso de las burlas de los otros. El que imagina amores de novela con majas desnudas sobre sedas orientales, impregnado en inciensos tántricos, sobre alfombras persas y bajo la luz de brasas sugestivas en cabañas acogedoras enclavadas en paisajes patagónicos.
Ese soy yo. El que nunca es esperado en ningún puerto y, de los que al zapar el barco, cruza los codos y los apoya en estribor a mirar como despiden a otros.
Ese soy yo: el que escribió este texto que nadie terminó de leer…
UN ADULTO ESCRIBE MEMORIAS DE ADULTO, ACASO PARA DECIR "MIREN QUÉ IMPORTANTE SOY" (JOSÉ SARAMAGO)

jueves, mayo 03, 2007

Romance con la luna tucumana

(La nota es lárguísima para un blog. Pero los seguidores van a estar muy contentos...)

Siesta de lunes. Contexto 1: Un periodista de semanario, el día lunes tiene el mail abarrotado. Los responde, planifica la semana. Busca la nota, llama a gente, se preocupa por la foto. Por lo general, tiene varias notas, pero casi siempre termina haciendo una cuyo protagonistas estén disponibles.De pronto este periodista recuerda que Pedro Aznar y David Lebón dan un concierto este martes a las 21 en el Teatro Alberdi. Pero conseguir una nota con alguno de estos monstruos no es nada fácil y menos para un periodista tucumano (Dios atiende en Buenos Aires). http://www.pedroaznar.com.ar/ y todo muy lindo: fotitos, poemas, biografía y sin querer un teléfono. Maldito contestador.
"Hola soy periodista del el periódico de Tucumán y llamo para saber si se podría concretar una nota con Pedro de modo de adelantar el concierto de este martes…" (Alguien interrumpe).
- ¿Hola?
- Si, hola…
- Soy el manager de Pedro. ¿Me llamás en cinco?
- Dale.
Pasan los cinco minutos y el cronista marca otra vez.
- Hola. Llamá a este número. ¿Podés ahora?
- Si, Claro…
Contexto 2: El que escribe esta nota tiene 28 años y pasó la mitad de su vida escuchando a Serú Girán; digamos que se hizo fanático y no tan solo del grupo sino también de sus derivados: Charly García, David Lebón y una marcada admiración por Pedro Aznar. De hecho, en casa del periodista siempre dicen, “¿no escuchás otra cosa que Pedro Aznar? ¿No tenés otro disco?” (El periodista, más que hacer una entrevista con este artista está por cumplir un sueño. Se siente un grupie)- 011 4254… -
¿Hola? -
Hola, sí ¿con Pedro?
- Sí, soy yo. (El periodista tiembla como una fan de Mambrú)
- ¿Cómo estás?
- Bien. Muy bien.
- Parece como una obligación venir a Tucumán una vez al año…
- Una bella obligación. El teatro es precioso y el público muy cálido.
- ¿Cómo fue lo de juntarse con David otra vez?
- Surgió a partir de una invitación del teatro ND Ateneo de Buenos Aires para la celebración de su quinto año dedicándose a espectáculos musicales y justo con David veníamos desde hace muchos años planificando hacer cosas como un disco juntos y algunos conciertos. Y nos pareció buenísima la idea y la oportunidad de hacerlo.
- ¿Y el repertorio en qué consiste?
- Se trata de una visita a los 30 años de nuestra amistad musical. Hay mucho material de nuestras carreras como solistas y en Serú, por supuesto. También algunas canciones favoritas de otros autores y también material nuevo que escribimos para esta ocasión.
- Hay gente que quiere ir a verlos con el fin de escuchar temas de Serú Girán, pero siempre que viniste hiciste las canciones que te gustan a vos…
- Es superlativo. Yo se que siempre en los shows la gente está esperando escuchar eso. Pero también lo armo con muchísimo respeto y mucho cuidado. Porque como en el caso de ir a Tucumán, felizmente, tengo que ofrecer cosas nuevas, cosas interesantes. Y desde luego siempre pongo las cosas viejas en el show. Lo que pasa es que lo voy cambiando. No hago todos los años las mismas. La fidelidad de Tucumán impone un respeto muy grande en mí y en el caso de este show, Serú Girán era un lugar obligado a visitar, pero el show no está basado en el repertorio de Serú, si bien lo incluye, más bien es una bitácora de 30 años de amistad.
- Me voy a sacar la careta. Estoy tratando de ser un periodista serio, hacerte una buena entrevista pero estoy temblando…
- (Carcajadas)
- ¿Te das cuenta de lo que causas en la gente y el misticismo con el se te proyecta a partir de tu habilidad para crear ambientes?
- La intención que sale de mí es crear una atmósfera que represente lo que yo siento. O crear una atmósfera donde a me gustaría estar. Cuando uno crea al algún hecho artístico de alguna manera crea un mundo. A veces es un mundo al que te vas cuando tu mundo interior está en turbulencia. Otras veces es una luz de esperanza.
- ¿Cómo es tu mundo interior, o un día lunes por la siesta? ¿Te levantás por la mañana y te cebás unos mates?
- No soy muy matero, ojo. A la mañana tomo café bien fuerte y me levanto alrededor del mediodía.
- ¿Vivís en una casa o en un departamento?
- En un departamento en donde tengo mi estudio de grabación.
- Entonces ni bien te levantás, te tomás un café y te ponés a tocar…
- Si. Acá tengo todos mis instrumentos y mis equipos de grabación así que en realidad yo vivo dentro de un laboratorio musical. A veces pasan meses en los que no me siento a componer porque no surge o porque estoy en otras cosas.Mi casa es una especie de nave musical que siempre tiene los motores tibios. Que, en cualquier momento, cuando yo diga, “arrancamos” esté lista para zarpar.

Sí. Aznar no puede con su subjetividad y se volcó a las letras. Publicó en 1992 su libro Pruebas de Fuego y viene en camino otro que se titulará Dos pasajes a la noche.
- ¿Tienen música algunos de esos poemas?
- Esos no. Nacieron como poesía y van a permanecer como poesías.
- ¿Estás grabando un algún disco nuevo?
- Ya casi está listo. De hecho cuando empiece mi gira como solista, que será en junio, cuando termine la gira con David, voy a estar adelantando material del disco nuevo. Pero sigo componiendo. Creo que está en un 80%. Falta un último giro de tuerca y ya va a estar.
- Cuando hablás del disco nuevo, se te escucha entusiasmado y ansioso…
- Si, porque aparecieron nuevas cosas y lo que estuve escribiendo en este tiempo cala muy hondo en mí.
- Un día leí una nota tuya en Clarín en la que sentenciaste: “Me cago en los géneros…”
- (Risas) Creo que sí lo dije. Y creo que también dije que me cagaba en el manual de usuario del jazz, y en el del rock y en el del folklore. Hay una serie de lugares comunes que se repiten constantemente y que fuerzan a los artistas a mantenerse a raya; a estar dentro de una especie de corralito creativo y las cosas más interesantes surgen cuando uno conoce las reglas y se dedica alegremente a romperlas.
- ¿Qué estás escuchando últimamente?
- Bastante radio de Internet. Mucha electrónica.
- ¿Algo para recomendar?
- Mirá, muchas veces ni siquiera sé lo que estoy escuchando porque lo dejo ahí sonando y me pongo hacer otras cosas. Prácticamente nunca sé qué es lo que suena. Pero eso tiene como una especie de magia, porque es como una banda de sonido que baja del éter que no sabés quién es el que la hace. Es como una especie de música galáctica que aparece mágicamente en tu casa.
- Nombráme tres discos fundamentales para Pedro Aznar.
- Uh… Son muy pocos tres discos. ¿Te los puedo cambiar por tres artistas?
- Dale.
- (Piensa varios segundos, digamos unos diez…) Mmmm, es que no sé… Te puedo decir, mejor tres discos con los que estuve al borde de la obsesión… ¿querés?
- Si, de una…
- Revolver de Los beatles, que fue el primer disco que pedí que me compraran (a los siete años). Después en la adolescencia estuve obsesionado con The Lamb Lies Down on Broadway, de Génesis y más adelante con Hejira, de Joni Mitchell. Esos son discos que no puedo imaginarme una cuenta de cuántas veces los escuché, que debe estar en los miles seguro…
- Hace poco le hice la misma pregunta a Lito Nebbia y me nombró a Revolver, a uno de Zeppelín y me sorprendí cuando dijo “cualquiera del Cuchi Legizamón…”
- Si viniera alguien de otro planeta y me dijera, “usted nació en un lugar del planeta tierra que se llama la Argentina y necesito que me lo defina. Necesito que me diga cómo fue la experiencia de haber nacido ahí” y si lo tuviera que contar con música el Cuchi sería una de las cosas con las que lo relataría. También con Piazzolla y con Atahualpa; con Charly y con Spinetta. También con tangos de Troilo y Manzi .

La banda contará de Lebón, Aznar y su tecladista de los últimos años Andrés Bewsaert. Será un formato semiacústico. Siempre con la impronta versionista del este artísta.“Me da mucho gusto echarle mano a mi música favorita y tratar de incorporarle y agregarle cosas desde mí y creo que en ese proceso siempre se aporta algo. Y además es un ejercicio compositivo porque la estás reescribiendo a la canción”, explica. Tiene doce discos lanzados como solista. Cinco discos de composiciones para películas. Ocho álbumes grabados con Serú Girán. Cuatro con el Path Methany Group. Tres con Charly García a dúo. Veinticinco como productor de diferentes artístas y cincuenta y dos en colaboración y como invitado por otros artistas.¿Ves? 115 discos que avalan el fanatismo del periodista. Miles de canciones que dan cuenta de que esta no fue una nota más, fue una confabulación acaso de Julián Weich y su viejo Sorpresa y Media. Se cumplió uno de los sueños cumplidos del periodista.