Ese soy yo. El que describe hechos propios aferrado a la utopía de creer que los demás están interesados en los pormenores de mi vida.
Soy el que va a la cancha y se suspende el partido.
Soy ese que sube a un colectivo nadie observa, a menos que se me caigan las monedas debajo del asieno del chofer. Soy de esos que caminan las calles de la ciudad sin llamarle la atención a los otros transeúntes y mucho menos a las peatonas.
Soy de esos tipos que para conocer minas necesita del esponsoreo de algún chico lindo. Pero es “el cara bonita” quien se las termina llevando.
Soy al que siempre le ruegan cantar canciones de amor para que los demás se toquen.
Soy el que mejor cocina.
Soy el que se alegra cuando al bailar todos hacen ronda y no bailan en pareja.
Soy de esos los que conocen con precisión arquitectónica a las discos, gracias a la eterna recorrida; vueltas y vueltas contemplando los rostros como del otro lado de una vidriera.
Soy de esos tipos con los que cualquier mujer dormiría en la misma cama sin el temor de acosos y confiada en que a la mañana arreglará el cuarto y preparará el desayuno a cambio de nada.
Soy de los que siempre se apartan del grupo de la foto.
Siempre somos dos, llega uno más, y no terminamos siendo tres, al final son “los otros dos” y yo por un rato, luego vuelvo a ser uno solo.
Soy el que, al final de la noche, cuando el sol ya molesta, mira al mundo pasar risueño, loco, disparatado, borracho y con la mano dentro del bolsillo del acompañante.
Soy el que siempre contesta en las clases. El de las mejores calificaciones.
Soy el “hombre ideal” que ninguna besa. El amigo incondicional que escucha de Fulana, Mengana y Sutana las crónicas y relatos de noches de pasión con sus amantes.
Ese soy yo. El que escribe el blog, tapando el monitor temeroso de las burlas de los otros. El que imagina amores de novela con majas desnudas sobre sedas orientales, impregnado en inciensos tántricos, sobre alfombras persas y bajo la luz de brasas sugestivas en cabañas acogedoras enclavadas en paisajes patagónicos.
Ese soy yo. El que nunca es esperado en ningún puerto y, de los que al zapar el barco, cruza los codos y los apoya en estribor a mirar como despiden a otros.
Ese soy yo: el que escribió este texto que nadie terminó de leer…
Soy el que va a la cancha y se suspende el partido.
Soy ese que sube a un colectivo nadie observa, a menos que se me caigan las monedas debajo del asieno del chofer. Soy de esos que caminan las calles de la ciudad sin llamarle la atención a los otros transeúntes y mucho menos a las peatonas.
Soy de esos tipos que para conocer minas necesita del esponsoreo de algún chico lindo. Pero es “el cara bonita” quien se las termina llevando.
Soy al que siempre le ruegan cantar canciones de amor para que los demás se toquen.
Soy el que mejor cocina.
Soy el que se alegra cuando al bailar todos hacen ronda y no bailan en pareja.
Soy de esos los que conocen con precisión arquitectónica a las discos, gracias a la eterna recorrida; vueltas y vueltas contemplando los rostros como del otro lado de una vidriera.
Soy de esos tipos con los que cualquier mujer dormiría en la misma cama sin el temor de acosos y confiada en que a la mañana arreglará el cuarto y preparará el desayuno a cambio de nada.
Soy de los que siempre se apartan del grupo de la foto.
Siempre somos dos, llega uno más, y no terminamos siendo tres, al final son “los otros dos” y yo por un rato, luego vuelvo a ser uno solo.
Soy el que, al final de la noche, cuando el sol ya molesta, mira al mundo pasar risueño, loco, disparatado, borracho y con la mano dentro del bolsillo del acompañante.
Soy el que siempre contesta en las clases. El de las mejores calificaciones.
Soy el “hombre ideal” que ninguna besa. El amigo incondicional que escucha de Fulana, Mengana y Sutana las crónicas y relatos de noches de pasión con sus amantes.
Ese soy yo. El que escribe el blog, tapando el monitor temeroso de las burlas de los otros. El que imagina amores de novela con majas desnudas sobre sedas orientales, impregnado en inciensos tántricos, sobre alfombras persas y bajo la luz de brasas sugestivas en cabañas acogedoras enclavadas en paisajes patagónicos.
Ese soy yo. El que nunca es esperado en ningún puerto y, de los que al zapar el barco, cruza los codos y los apoya en estribor a mirar como despiden a otros.
Ese soy yo: el que escribió este texto que nadie terminó de leer…
UN ADULTO ESCRIBE MEMORIAS DE ADULTO, ACASO PARA DECIR "MIREN QUÉ IMPORTANTE SOY" (JOSÉ SARAMAGO)
16 comentarios:
Yo si termine de leer tu texto!! es mas, hasta lo volvie a leer nuevamente.
Me pregunto mi querido Juanpi..es bueno conocerse tanto uno?
Bs.
Yo lo terminé de leer. Y nos sólo porque la Bombonera me sea indiferente, sino porque me gusta mucho ver como las personas de describen a sí mismas... creo que ya te lo había dicho. Y más me gusta cuando lo que pueden decir es particularmente interesante.
No creas que ni la maja vestida te quiere besar. Por seguro tampoco esperás pocos requisitos de ellas...
Saludos.
yo también terminé de leer..
no te querés casar conmigo?
.cantas canciones de amor..
.cocinas...
. etc etc......
Jajaja ... bienvenido ¡candidato! y ya hay quien te tiro el lazito ... hummm ... este blog va a terminar con "pobrecito el leon"
Me impactó mucho leer el texto, porque es como si hubieras estado adentro de mi cabeza cuando lo escribiste.
Y yo soy la que juntaría las monedas cuando se te caen.
Dejá de tapar el monitor, nadie podría burlarse.
Besos,
Por supuesto que lo terminé de leer. Ud. es un amor, y punto.
Y tiene una linda nuca, además.
Saludos
Vanys: no es bueno conocese tanto. o estoy para nada orgulloso de ser ese.
Alicia: si sis de boca estás ganando puntos conmigo.
Juana: acepto... (con la condición que prometas una gran luna de miel)
Caos: soy una ovejita que tiene muuuchas ganas de entrar al matadero.
Annie: sos del club?
Penelope: ¿¿¿¡¡¡le andás mirando la nuca a los hombres!!!????
Gallina a muerte.
Sos lo que querés ser...simplemente eso, hay gente q también lo es, minoría pero existen, sólo es cuestión de desear algo con tanta fuerza, que termina por convertirse en realidad
Ro
Somos ese intersticio humano
(invisible cartílago)
flotando entre masas
Somos un sonido inaudible
la sombra del eco
consistente de color
al que señalan con el dedo
Somos el resorte inacabado
que no genera divisas
el plus incoherente
el mapa en horizonte perlado
Somos el deseo efervescente
latiendo en el rincón de las palabras
¿Qué sería de la amistad entre el hombre y la mujer si no exisiteran tipos así?
No sos el que mejor cocina, te falta bastante para ser el hombre ideal, pero yo igual te besaria hoy y todos los dias, me meteria en tu cama sin temor al acoso si no, mas bien, esperandolo y a la mañana siguiente te prepararia el desayuno y arreglaria el cuarto solamete para que tengas energia para seguir desarreglandolo.
me hacés acordar mucho a un ex novio, leí mucho tu blog, y te parecés mucho a él en la forma de pensar, de expresarte; y en lo que escribís sobre tu novia...
me enamoré de él por eso, e irónicamente fue por lo mismo que lo dejé, y ahora seguimos siendo buenos amigos
la cosa es que me caés bien, jajaja, juro que ésto iba a tener un sentido pero me perdí así que me voy a dormir
ciao
ivygc
este blog es increible, no puedo dejar de leerlo y releerlo una y otra vez. historias minimas de enorme sentido. un abrazo y felicitaciones
muy buen texto! felicitaciones!
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