No quiere ir. No tiene ganas. No quiere saber de ferias porque ya la kermés no tiene tiro seguro, ya no hay ruletas ni bocaditos Holanda. Ya no hay guirnaldas de lamparitas de 75 colgadas de un poste a otro.
Pero va, porque la fiesta parece estar implícita, porque la tertulia es un viaje de ida.
Enmudece, sólo mira. Presta atención y anhela. Ve al hombre de saco blanco y moño negro que se acerca: hay que decidir. Pero la lucha es mínima, la rendición es total.
El demoño se inclina y vierte en la copa el rojo sanguíneo del fruto de la vid que deja en el paladar el gusto roble.
La música avanza en decibeles. Beats, booms, glups, más glups.
Ahora habla. Todos ríen. Ellas más. Lo observan, lo estudian, se sorprenden de la súbita pragmática, oratoria y juzgan “qué labia”.
No quiso ir, pero ya mueve sus pies. Los globos ya no representan nada, pero el cotillón adorna su cabeza. Glup, más glup.
Volvieron los bocaditos, se mueven al compás del reggaeton pecaminoso y ahora quiere Holanda sopado en cabernet.
Si va al baño no se mira en el espejo. No es momento de mirarse el rostro demacrado.
Foto, foto. Click, flash, glup. Pierde el paso y enmudece otra vez. Caderas van, caderas vienen y da lo mismo. El boom aturde, el glup deprime. Ella, ella. Taxi.
El chofer mira por el espejo y trata de charlar. La lucha inminente entre el dedo pulgar y las teclas del celular. Ella, ella. Llamáme.
Agua, ducha. Se pasa el jabón no como si se lavara, más bien se acaricia. No se pasa el jabón por otras zonas del cuerpo, más bien traza círculos en su pecho con languidez.
El boom resuena en el oído aún en el silencio de su habitación. El glup hace estragos en el corazón. Posición fetal. Último suspiro. Domingo, síndrome.
Pero va, porque la fiesta parece estar implícita, porque la tertulia es un viaje de ida.
Enmudece, sólo mira. Presta atención y anhela. Ve al hombre de saco blanco y moño negro que se acerca: hay que decidir. Pero la lucha es mínima, la rendición es total.
El demoño se inclina y vierte en la copa el rojo sanguíneo del fruto de la vid que deja en el paladar el gusto roble.
La música avanza en decibeles. Beats, booms, glups, más glups.
Ahora habla. Todos ríen. Ellas más. Lo observan, lo estudian, se sorprenden de la súbita pragmática, oratoria y juzgan “qué labia”.
No quiso ir, pero ya mueve sus pies. Los globos ya no representan nada, pero el cotillón adorna su cabeza. Glup, más glup.
Volvieron los bocaditos, se mueven al compás del reggaeton pecaminoso y ahora quiere Holanda sopado en cabernet.
Si va al baño no se mira en el espejo. No es momento de mirarse el rostro demacrado.
Foto, foto. Click, flash, glup. Pierde el paso y enmudece otra vez. Caderas van, caderas vienen y da lo mismo. El boom aturde, el glup deprime. Ella, ella. Taxi.
El chofer mira por el espejo y trata de charlar. La lucha inminente entre el dedo pulgar y las teclas del celular. Ella, ella. Llamáme.
Agua, ducha. Se pasa el jabón no como si se lavara, más bien se acaricia. No se pasa el jabón por otras zonas del cuerpo, más bien traza círculos en su pecho con languidez.
El boom resuena en el oído aún en el silencio de su habitación. El glup hace estragos en el corazón. Posición fetal. Último suspiro. Domingo, síndrome.
"No debí haber ido".
9 comentarios:
sin palabras
:(
sindrome de domingo por la tarde-
vendra la esperanza.
la luz del alba asomando tras la puerta o la ventana abierta.
un beso! :D
llegar a la posición fetal es síntoma del síndrome, sí.
el "no debí haber ido" me dio seria tristeza, pero vamos, que el malhumor de los lunes aplaca el síndrome de domingos y prepara el corazón para la euforia del viernes.
besos muchos
"Todos ríen. Ellas más"
Síndrome de Domingo por la tarde.. tal cual
Que feos que son los domingos por la tarde!
Especialmente hoy, es totalmente depresivo..
besos..
increìble...
estoy con sìndrome...
algo para disminuir el sìntoma, ante una emergencia???
saludos,
Charls.
Che... me gustó tu relato. Gracias :)
Los domingos por la mañana estan llenos de encanto, pero por la tarde suenan a tristeza.
REALMENTE BRILLANTE, POR SU RELATO, POR UN ESTILO, POR TODO.-
SU ABUELO ENRIQUE LOPEZ FERNANDEZ EN 1950,LLEGO A ARGENTINA. DESDE CAPITAL, FUE A ROSARIO. JUNTÓ DINERO PARA TRAER A SU ABUELA DOÑA DOLORES CAPEL AGUILERA Y SU TIO, MI HERMANO, HOY EN ANDORRA, JOSE LOPEZ CAPEL, DE SEIS AÑOS. SALIERON TODOS DESDE VIGO EN VAPORES ARGENTINOS DE ELMA.
ECLIPSADO POR EL RELATO (EN DOS OPORTUNIDADES) A MI PADRE, SU ABUELO. INEXORABLEMENTE, RATIFICO LA VERDAD DE LOS HECHOS. AUNQUE LAGUNAS, DE PEQUEÑIN QUE PINTABA PARA MENSO, COMO LE DIGO. COMENTARE MAS HISTORIAS SOBRE LA GUERRA, DOMINGO BUSSI,LA TRIPLE AAA Y LOS MONTONEROS, EPOCA DE VIVI DE MUY CERCA PABLO FELICITACIONES.
Publicar un comentario