lunes, mayo 21, 2007

El gaucho Martín Pentium



Pavada de superficialidá
proclamada a gritos por la red,
que me atrapó igual que a un pe'h
y de esta raza no por boca es el deceso
este peje compañero, se lo mata por los dedos.

Ansí comienza este canto
de este humilde payador,
que aunque no tenga fama de cantor
le revuelven siempre las rimas.

De pajuera traijeron los gringos
un invento llamado "chat"
que aunque no sirve pa bailar
si lo usa en tremendo baile usté termina.

Lo usan todas las chinas,
de los gauchos no quedó ajuera nenguno
lo usan pa conseguir novio
o una "tranza" que le dicen algunos.

Lo cierto compañero, es que es pior que mandinga
viera usté como le envicia
es lo mesmo que la timba
solo que en esta perdición
no le entregan nenguna ficha.

Usté llega al "cyber", que le dicen,
"¡máquina!", le dice al cajero,
"¡con camarita!", le retruca
"pa verme con una chinita,
a ver si le robo un beso..."

De ahí me vi chateando en el "MIRC"
que es donde se junta la tropa,
tuitos meta teclear,
unos a otros sin descanso,
se prometen arrumacos
discribiéndose perfetos
pero a la hora del encuentro
lobizones parecen de lejo'h.

Pior que en la pulpería
se ofrecen las mocosas
y lo gracioso es que no es fácil
conseguir alguna prenda
porque compañero, no se me ofenda,
si usté e'h fiero se desconetan.

Lo dicho anteriormente
es solo una introdución
pa que usté se vaya ambientando
me he dejao engañar, le digo
terminando bien solito
como perro malherido.

Miré pa ver quién taba en línea,
queriendo alguna conquistar,
y no me quiero alabar
pero soy ducho pa la labia
ansí incité a una tal Sandra,
pa encontrarnos tras las cañas.

La vide llegando de lejos
junando pal cañaveral
como queriéndome estudiar
pa ver qué tal yo estaba
pero ete aquí, mire, vea
cuando vió de cerca mi apariencia,
igual que astuta corzuela,
ahí no más se dio la guelta.

Viera usté compañero
la afrenta que tenía.
Mi alma estaba partida
a causa del rechazo
que por tener grande el nazo
me dejaron ahí tirado.

Quería pelar el facón
y cueriarme bien la cara.
Maldicí hasta mi mama
por crear tal engendro;
me comparé hasta con un espetro
igualito que una luz mala.

Pasó el tiempo compadre
y el bajón lo superé,
pero como ya le mencioné
esto es vicio, no pavada
no aguanté y en una semana
usé otra vez el chat.

Ahízito estaba otra
queriéndome conquistar
y me dejé engatusar
pa arreglar otro encuentro
dijo "no importa que no seas bello,
es tu alma lo que quiero amar..."

Ensillé no más el zaino,
entuciasmao con la idea
de que a la china no le importe
de este varón nengún porte.

Parecía gaucha la china
era "sensible", me dijo
y aunque ní se discribió
igual me juí pa verla
"yo no soy superficial"
le dije sin vegüenza
"igual te wa querer,
seas gringa o seas negra..."

"De rosita te estaré esperando"
me avirtió sin vacilar
y cuando llegué a la piatonal
caturé los vestidos rosas.
Entonces la divicé
y me entró tremendo espanto
era regordeta la tipa
y ahí no más hice correr al zaino.

Me hice el sota redepente
y le clavé al zaino las espuelas,
no vaya a ser que me reconozca
y sin ganas tenga que quererla.

Pero vea cómo es la vida, mi amigo,
y cómo se dan vuelta las cosas
me acordé de aquellas horas
de dolor en el cañaveral;
esa noche yo juí igual
a esa mala mujer Sandra.

La abandoné a la percanta
sin importarme su dolor
que en mí áhura es doble,
pior que el anterior.

Me di cuenta compañero
que soy lo mesmo que un cuervo,
andoy buscando carroña
sin importarme la congoja
que viva la otra persona.

Por eso quiero cantar
pa que mi canto no se olvide
y entiendan los escuchantes
que en la vida no eh importante
el cuero que nos enguelve
sino el ánima que está adentro
que es la que vive pa siempre.

La espina me duele hasta ahora
las mesma espina que yo usé.
Solito me la clavé
mediante mi hipocresía;
dejé un alma sin vida
y a los cielos áhura le imploro
hagan corta mi penitencia.
Soy buen gaucho señores
y dejé de serlo un momento
por meterme en esos juegos
que no tienen algún provecho.

Tenga cuidao compañero
y no ande lastimando al mundo
mire que puede causar heridas
en menos de un segundo,
pero estas no se borran, compañero
ni estando usté dijunto.

Hot day


Si llegara a cualquier hora
el iceberg de la media noche
y no pasara de mí.
Haría, no un muñeco
de nieve
sino una muñeca muy hospitalaria
y gentil,
si tuviera la materia prima.
El abominable hombre
me palmearía la espalda
con su zarpa gélida y complice,
sacudiéndose del pelaje punk
los cristales de hielo.
Si una guerra fría me envolviera
haciendo las paces conmigo
y me llevara a patinar sobre aguas turbulentas
deliciosamente congeladas.
Un glaciar cualquiera
sin pretensión alguna
de deshielos espectaculares
me haría
un lugar con vista al polo
si este calentamiento global no lo amenazara.
Yo dejaría de mirar
la heladera como habitación posible,
ya no insitiría en vano con las cubeteras
ni alucinaría con osos polares.
Si fuera posible
en medio de esta pesadilla
el sueño feliz del iglú propio
Ganas de ser esquimal
para dejarme estar
sin nostalgias de playas o montañas,
contemplando la gloria de la aurora boreal.

viernes, mayo 11, 2007

Un año de dictadura



Fue hace un año atrás. Las pelvis se movían al compás de las comparsas en Yerba Buena, La Cocha, en Tafí y en Ancajuli, en los antros de las perdiciones todas.
Miradas de acá, miradas de allá. Besos que crecían en las penumbras. Agitábanse desde las 02 AM, junaban de reojo; ponían el ojo con la premisa de poner luego la munición y tres horas más tarde, la gente se acordaba de Cupido que atendía en un mayorista.
Paulina Lebbos victimóse ante el sistema, y el gobernante de turno la inmoló para lavar expiaciones que esquivaba.
La plebe, cautiva de la noche, agitose y protestó en la plaza. “Queremos saber de qué se trata” gritaron bajo escalinatas de la casa donde se firman nuestros destinos. Arrojaron latas de cerveza, piedras y “Alperobi botón…” arengaron.
Una, dos, acaso tres marchas y la urbe antes que protestar innovó con la tertulia. Hogar dulce hogar era la contraseña y nadie quedó afuera. Punchi, punchi, punchi vibraban las paredes y también los alguaciles. Punchi, punchi, punchi decían las costillas de de los plebeyos por parte de las cachiporras que pegaron pegaron hasta rempujarlos hasta las mazmorras. Sin embargo el sobrinito del dictador plantó también tertulia que duró hasta que febo pasara el ecuador ante la mirada displicente de la autoridad que se hacía la indiferente como indio que contempla debajo del taparabos del cacique.
“Apoyo la moción” decía un progenitor “mijo después no se levanta para ir a jugar al rugby”, agregaba delegando la educación del mocoso al gobernante.
“Yo también he sio rebelde. Y hablao con lo padre y tan contento con la medida…” expresó el excelentísimo y las masas apuradas por el tiempo, hasta nuestros días ingirieron bebidas espirituosas, de esas que aportan la energía necesaria para reventar el miocardio a mayor cantidad pero a menor tiempo sabiendo que en cualquier momento suena el toque de queda.
Y no hubo diligencia ni transporte público que los traslade pero emprendieron otro viaje, ese que mata el aburrimiento el que cannabiniza las horas.
Y las niñas de faldas satánicas deambularon el pueblo y calmaron la sed de los violines que aprovecharon la oportunidad ante la ausencia de D’artagnan, los mosqueteros, Superman y la polecía.
Suprimió el pucho y los ceniceros, encendedores, pipas, y papelillos; sedas, que le dicen. Pero no hubo multa alguna, el tabaco se le expropió a las juventudes para después repartirse en los ayuntamientos.
Y ya las noches no serán iguales. Y el gobernante finalmente razón la tuvo: cambió nuestra cultura argentina, latinoaméricana y norteña en germanos que beben cual october fest apocalíptico.
Aunque cual moraleja, la plebe le encontró el lado bueno: se hizo amigo de Mefistófeles que vende más rápido el infierno, no discrimina y de todos saca provecho.

jueves, mayo 10, 2007

Ficha personal


Ese soy yo. El que describe hechos propios aferrado a la utopía de creer que los demás están interesados en los pormenores de mi vida.
Soy el que va a la cancha y se suspende el partido.
Soy ese que sube a un colectivo nadie observa, a menos que se me caigan las monedas debajo del asieno del chofer. Soy de esos que caminan las calles de la ciudad sin llamarle la atención a los otros transeúntes y mucho menos a las peatonas.
Soy de esos tipos que para conocer minas necesita del esponsoreo de algún chico lindo. Pero es “el cara bonita” quien se las termina llevando.
Soy al que siempre le ruegan cantar canciones de amor para que los demás se toquen.
Soy el que mejor cocina.
Soy el que se alegra cuando al bailar todos hacen ronda y no bailan en pareja.
Soy de esos los que conocen con precisión arquitectónica a las discos, gracias a la eterna recorrida; vueltas y vueltas contemplando los rostros como del otro lado de una vidriera.
Soy de esos tipos con los que cualquier mujer dormiría en la misma cama sin el temor de acosos y confiada en que a la mañana arreglará el cuarto y preparará el desayuno a cambio de nada.
Soy de los que siempre se apartan del grupo de la foto.
Siempre somos dos, llega uno más, y no terminamos siendo tres, al final son “los otros dos” y yo por un rato, luego vuelvo a ser uno solo.
Soy el que, al final de la noche, cuando el sol ya molesta, mira al mundo pasar risueño, loco, disparatado, borracho y con la mano dentro del bolsillo del acompañante.
Soy el que siempre contesta en las clases. El de las mejores calificaciones.
Soy el “hombre ideal” que ninguna besa. El amigo incondicional que escucha de Fulana, Mengana y Sutana las crónicas y relatos de noches de pasión con sus amantes.
Ese soy yo. El que escribe el blog, tapando el monitor temeroso de las burlas de los otros. El que imagina amores de novela con majas desnudas sobre sedas orientales, impregnado en inciensos tántricos, sobre alfombras persas y bajo la luz de brasas sugestivas en cabañas acogedoras enclavadas en paisajes patagónicos.
Ese soy yo. El que nunca es esperado en ningún puerto y, de los que al zapar el barco, cruza los codos y los apoya en estribor a mirar como despiden a otros.
Ese soy yo: el que escribió este texto que nadie terminó de leer…
UN ADULTO ESCRIBE MEMORIAS DE ADULTO, ACASO PARA DECIR "MIREN QUÉ IMPORTANTE SOY" (JOSÉ SARAMAGO)

jueves, mayo 03, 2007

Romance con la luna tucumana

(La nota es lárguísima para un blog. Pero los seguidores van a estar muy contentos...)

Siesta de lunes. Contexto 1: Un periodista de semanario, el día lunes tiene el mail abarrotado. Los responde, planifica la semana. Busca la nota, llama a gente, se preocupa por la foto. Por lo general, tiene varias notas, pero casi siempre termina haciendo una cuyo protagonistas estén disponibles.De pronto este periodista recuerda que Pedro Aznar y David Lebón dan un concierto este martes a las 21 en el Teatro Alberdi. Pero conseguir una nota con alguno de estos monstruos no es nada fácil y menos para un periodista tucumano (Dios atiende en Buenos Aires). http://www.pedroaznar.com.ar/ y todo muy lindo: fotitos, poemas, biografía y sin querer un teléfono. Maldito contestador.
"Hola soy periodista del el periódico de Tucumán y llamo para saber si se podría concretar una nota con Pedro de modo de adelantar el concierto de este martes…" (Alguien interrumpe).
- ¿Hola?
- Si, hola…
- Soy el manager de Pedro. ¿Me llamás en cinco?
- Dale.
Pasan los cinco minutos y el cronista marca otra vez.
- Hola. Llamá a este número. ¿Podés ahora?
- Si, Claro…
Contexto 2: El que escribe esta nota tiene 28 años y pasó la mitad de su vida escuchando a Serú Girán; digamos que se hizo fanático y no tan solo del grupo sino también de sus derivados: Charly García, David Lebón y una marcada admiración por Pedro Aznar. De hecho, en casa del periodista siempre dicen, “¿no escuchás otra cosa que Pedro Aznar? ¿No tenés otro disco?” (El periodista, más que hacer una entrevista con este artista está por cumplir un sueño. Se siente un grupie)- 011 4254… -
¿Hola? -
Hola, sí ¿con Pedro?
- Sí, soy yo. (El periodista tiembla como una fan de Mambrú)
- ¿Cómo estás?
- Bien. Muy bien.
- Parece como una obligación venir a Tucumán una vez al año…
- Una bella obligación. El teatro es precioso y el público muy cálido.
- ¿Cómo fue lo de juntarse con David otra vez?
- Surgió a partir de una invitación del teatro ND Ateneo de Buenos Aires para la celebración de su quinto año dedicándose a espectáculos musicales y justo con David veníamos desde hace muchos años planificando hacer cosas como un disco juntos y algunos conciertos. Y nos pareció buenísima la idea y la oportunidad de hacerlo.
- ¿Y el repertorio en qué consiste?
- Se trata de una visita a los 30 años de nuestra amistad musical. Hay mucho material de nuestras carreras como solistas y en Serú, por supuesto. También algunas canciones favoritas de otros autores y también material nuevo que escribimos para esta ocasión.
- Hay gente que quiere ir a verlos con el fin de escuchar temas de Serú Girán, pero siempre que viniste hiciste las canciones que te gustan a vos…
- Es superlativo. Yo se que siempre en los shows la gente está esperando escuchar eso. Pero también lo armo con muchísimo respeto y mucho cuidado. Porque como en el caso de ir a Tucumán, felizmente, tengo que ofrecer cosas nuevas, cosas interesantes. Y desde luego siempre pongo las cosas viejas en el show. Lo que pasa es que lo voy cambiando. No hago todos los años las mismas. La fidelidad de Tucumán impone un respeto muy grande en mí y en el caso de este show, Serú Girán era un lugar obligado a visitar, pero el show no está basado en el repertorio de Serú, si bien lo incluye, más bien es una bitácora de 30 años de amistad.
- Me voy a sacar la careta. Estoy tratando de ser un periodista serio, hacerte una buena entrevista pero estoy temblando…
- (Carcajadas)
- ¿Te das cuenta de lo que causas en la gente y el misticismo con el se te proyecta a partir de tu habilidad para crear ambientes?
- La intención que sale de mí es crear una atmósfera que represente lo que yo siento. O crear una atmósfera donde a me gustaría estar. Cuando uno crea al algún hecho artístico de alguna manera crea un mundo. A veces es un mundo al que te vas cuando tu mundo interior está en turbulencia. Otras veces es una luz de esperanza.
- ¿Cómo es tu mundo interior, o un día lunes por la siesta? ¿Te levantás por la mañana y te cebás unos mates?
- No soy muy matero, ojo. A la mañana tomo café bien fuerte y me levanto alrededor del mediodía.
- ¿Vivís en una casa o en un departamento?
- En un departamento en donde tengo mi estudio de grabación.
- Entonces ni bien te levantás, te tomás un café y te ponés a tocar…
- Si. Acá tengo todos mis instrumentos y mis equipos de grabación así que en realidad yo vivo dentro de un laboratorio musical. A veces pasan meses en los que no me siento a componer porque no surge o porque estoy en otras cosas.Mi casa es una especie de nave musical que siempre tiene los motores tibios. Que, en cualquier momento, cuando yo diga, “arrancamos” esté lista para zarpar.

Sí. Aznar no puede con su subjetividad y se volcó a las letras. Publicó en 1992 su libro Pruebas de Fuego y viene en camino otro que se titulará Dos pasajes a la noche.
- ¿Tienen música algunos de esos poemas?
- Esos no. Nacieron como poesía y van a permanecer como poesías.
- ¿Estás grabando un algún disco nuevo?
- Ya casi está listo. De hecho cuando empiece mi gira como solista, que será en junio, cuando termine la gira con David, voy a estar adelantando material del disco nuevo. Pero sigo componiendo. Creo que está en un 80%. Falta un último giro de tuerca y ya va a estar.
- Cuando hablás del disco nuevo, se te escucha entusiasmado y ansioso…
- Si, porque aparecieron nuevas cosas y lo que estuve escribiendo en este tiempo cala muy hondo en mí.
- Un día leí una nota tuya en Clarín en la que sentenciaste: “Me cago en los géneros…”
- (Risas) Creo que sí lo dije. Y creo que también dije que me cagaba en el manual de usuario del jazz, y en el del rock y en el del folklore. Hay una serie de lugares comunes que se repiten constantemente y que fuerzan a los artistas a mantenerse a raya; a estar dentro de una especie de corralito creativo y las cosas más interesantes surgen cuando uno conoce las reglas y se dedica alegremente a romperlas.
- ¿Qué estás escuchando últimamente?
- Bastante radio de Internet. Mucha electrónica.
- ¿Algo para recomendar?
- Mirá, muchas veces ni siquiera sé lo que estoy escuchando porque lo dejo ahí sonando y me pongo hacer otras cosas. Prácticamente nunca sé qué es lo que suena. Pero eso tiene como una especie de magia, porque es como una banda de sonido que baja del éter que no sabés quién es el que la hace. Es como una especie de música galáctica que aparece mágicamente en tu casa.
- Nombráme tres discos fundamentales para Pedro Aznar.
- Uh… Son muy pocos tres discos. ¿Te los puedo cambiar por tres artistas?
- Dale.
- (Piensa varios segundos, digamos unos diez…) Mmmm, es que no sé… Te puedo decir, mejor tres discos con los que estuve al borde de la obsesión… ¿querés?
- Si, de una…
- Revolver de Los beatles, que fue el primer disco que pedí que me compraran (a los siete años). Después en la adolescencia estuve obsesionado con The Lamb Lies Down on Broadway, de Génesis y más adelante con Hejira, de Joni Mitchell. Esos son discos que no puedo imaginarme una cuenta de cuántas veces los escuché, que debe estar en los miles seguro…
- Hace poco le hice la misma pregunta a Lito Nebbia y me nombró a Revolver, a uno de Zeppelín y me sorprendí cuando dijo “cualquiera del Cuchi Legizamón…”
- Si viniera alguien de otro planeta y me dijera, “usted nació en un lugar del planeta tierra que se llama la Argentina y necesito que me lo defina. Necesito que me diga cómo fue la experiencia de haber nacido ahí” y si lo tuviera que contar con música el Cuchi sería una de las cosas con las que lo relataría. También con Piazzolla y con Atahualpa; con Charly y con Spinetta. También con tangos de Troilo y Manzi .

La banda contará de Lebón, Aznar y su tecladista de los últimos años Andrés Bewsaert. Será un formato semiacústico. Siempre con la impronta versionista del este artísta.“Me da mucho gusto echarle mano a mi música favorita y tratar de incorporarle y agregarle cosas desde mí y creo que en ese proceso siempre se aporta algo. Y además es un ejercicio compositivo porque la estás reescribiendo a la canción”, explica. Tiene doce discos lanzados como solista. Cinco discos de composiciones para películas. Ocho álbumes grabados con Serú Girán. Cuatro con el Path Methany Group. Tres con Charly García a dúo. Veinticinco como productor de diferentes artístas y cincuenta y dos en colaboración y como invitado por otros artistas.¿Ves? 115 discos que avalan el fanatismo del periodista. Miles de canciones que dan cuenta de que esta no fue una nota más, fue una confabulación acaso de Julián Weich y su viejo Sorpresa y Media. Se cumplió uno de los sueños cumplidos del periodista.