miércoles, diciembre 29, 2010

Utopías de nochevieja


Que levanten la mano los que hicieron el amor a las doce, a ver quien se anima, a ver si hay uno solo.
Que levante la mano el que abrió el champagne a la 01.30, satisfecho de amor.
Si hay algo que en realidad deseo es que pal pal 31 te me vengas, te olvides del fastidio navideño, te pongas el vestido que yo elija, te me envuelvas de girnaldas, te me regales y te dejes regalar.
Que bailemos hasta la muerte; que invoquemos a Antonio Ríos; que inauguremos los lentos; que el chamuyo sea indeleble, que me extiendas las cortinas.
Que me cierres las ventanas y las cortinasl, la boca de silencios, los labios de texturas, las caderas de lycra turquesa, los pulmones de gemidos; las manos de recorridos; la palabra de un único enunciado que exprese a los ojos un simple pero contundente "feliz año nuevo".

miércoles, diciembre 08, 2010

Justina responde



De todos los tipos que es él, Ezequiel es mi favorito. Es el menos conocido, quizá por eso tiene (para mi) ese encanto de "exclusividad".
¿Los otros?
Brevemente..
Juanpi trabaja. Trabaja hasta el cansancio, le gustan los ravioles, la precisión, estar informado, los mates en la plaza, Dolina, la tecnología, el tango, la Pritty limón, ama Buenos Aires, odia que lo llamen tocándole la espalda con un solo dedo, es desordenado, cree en las instituciones, prepara el café batido más rico y proporcionado que probé y, sobre todo, es un tipo con la vida muy vivida.
López es soberbio, nunca esta donde parece que esta, es autorreferencial siempre, minucioso, defensivo, ácido, fobico de las imperfecciones, irónico, tiene años de investigación estadística en un tema que es su especialidad: "Las mineeeetas", duerme en diagonal y se levanta indefectiblemente de mal humor.
"El flaco" es un tipo divertido, un seductor nato de Doñas, Doñitas, Dones, capos, maestros, piernas, vagos, changos, chinitas y quieneselecrucen. Ama el baile, el ferné, la guitarra, Humahuaca, los regionalismos, el carnaval y el matambre de cerdo entre dos panes. Es decano hasta las bolas, amigo impostergable y obsesivo de la limpieza.
Ezequiel escribe. Escribe como ninguno, transmite lo complejo desde lo simple, captura detalles por todos los medios, se esconde detrás de López, es perspicaz, inseguro, prolijo, romántico, neurótico de la ortografía, le gusta Cantinfla, lo femenino, los aviones, dormir "cucharita", la estética en todas sus formas, mirar Paka-Paka, se fascina con Rabanal, ama Tucumán, le angustia la soledad y la navidad, sueña con un amor, se brota cuando se asusta, se asusta cuando se brota, escucha Orishas y solo en presencia de su alter ego se escucha a si mismo.
Quizás hay algunos más en él, nose. Sí puedo decir que tienen en común la pasión por la música y un ahijado cachetón que puede con todos.
Sobre el escribidor:
Ezequiel, el escribidor, es un tipo raro. Él me quiere, me quiere imposible. Quiere de mi lo que espera de él, sueña una yo que reproduzca paso a paso, lo que su fanatismo estético ideo un segundo antes de que mi gesto suceda. De lejos pareciera convencerse de que su creación existe, se acerca y recuerda los porqueS no. Es un tipo raro pero él me quiere y eso es lo que importa.

miércoles, diciembre 01, 2010

Justina



Llega y se nota que camina apenas apoyando sus metatarsos. No se sabe si por defecto o bien para estilizar su cuerpo ornamentado con una pequeñísima cartera colgante de mano.
Si es verano lleva vestido medio. Con los hombros muy al aire gracias a su crespa cabellera corta que los exhibe anhelantes de que unos labios se atrevan a contar sus lunares.
Los encoje cuando la halagan, gira la cabeza a la derecha e inclina el rostro mordiendo sus labios con la manifestación sonora primera de su sonrisa apenas expresada en un corto exhalar, como un sniff pero para afuera.
Sólo mira cuando sentencia, en tanto que cuando escucha, sólo mira para calcular el disparo apoyando los codos en la mesa.
Cuando es amante de verdad ama. No da tregua al beso, ni a la espalda, ni al gemir ni al latido. Cuando es amante de verdad ama, al punto de retirarse si el abrazo no la abraza mientras sueña sin dejar nota alguna pegada en la heladera.
Y sufre y dice que baila, y me mira y se resiste del beso y del cachetazo. Y tiene naturaleza en las manos chicas, hospitalidad en el escote, debilidad en la cintura y debajo del algodón hippie a veces usa encaje.