viernes, febrero 13, 2009

Paredes de cristal


No miraba la pared de su cuarto. Más bien sus ojos se posicionaban hacia allí. Y aunque los tenía abiertos no veía lo material que lo rodeaba sino las imágenes que lo envolvían. Le llamó paradójicamente la atención el hecho poderoso de la mente que consiste en mostrar miles de instantáneas y cortos mientras uno tiene los ojos abiertos. “Quizá lo del alma sea verdad, entonces”.
Eran sonrisas, fideos con manteca y huevos fritos. Una bufanda tejida, un reciente sweater de bremmer y mayonesas de verdeo.
Vio cómo abría la puerta de la habitación y lo despertaba haciendo caso omiso a la halitosis matinal, la boca abierta a mil y la mancha de baba en el almohadón.
Recordó la mano que exigía la otra en su pecho toda la noche.
Subliminales que la proyectaban practicando (inconcientemente) ser madre con los hijos de otros ganándose paso a paso el altar, el vals, y un viaje a donde quiera.
Recordó cosquillas, noches de baile, cervezas compartidas como vikingos y la mano pequeña, delicada y urgente sobre algún cuerpo en algún hospital, paciente reconfortado. La vió salir del sanatorio orgulloso de saber que quien lo abrazaría a los segundos había salvado vidas y nada más debilitante que una veinteañera con el estetoscopio colgado del cuello.
Fueron esas imágenes las que presentaron al insoslayable abandono, que siempre se da una vuelta a ver cómo estamos. Entendió que el abandono no sólo tiene que ver con la partida de alguien sino con la llegada de otros miles; millares de voces que hablan todo el tiempo, que se mueven, que nos escuchan y que interactúan con uno con total normalidad.
Una sola se fue. Pero volvió como prometió volver la abanderada de los humildes.
Supo que durante largo tiempo, ya no volvería a ver la pared de su habitación, ni el pasar de las casas detrás de la ventanilla de un colectivo, ni los chicles sobre las baldosas y menos que menos a la luna que cada noche pasa por su ventana.

De Pedro Aznar, interpretado por él mismo, "Décimas".

8 comentarios:

Georgia SinClaire dijo...

"wuaw" y "ahía"
que manera tan ... tan... cómo decirlo?
tan, viseral? tan...sonámbula..jaja
tan disparadora!!!
tan no se. TAN INDESCRIPTIBLE de escribir Sr Juan.
que manera tan desgarradora de leerte, si uno está ordenado, y es tejido, y es bufanda, o ese suéter, al leer esto, uno se desteje, se desenrosca y enrolla, uno, se desprende de si, y se vuelve madeja confusa, y obtusa...
que se yo que digo, generalmente cuando un texto me gusta demasiado, no doy con las palabras, y digo este tipo de sandeces...
ame esto Le llamó paradójicamente la atención el hecho poderoso de la mente que consiste en mostrar miles de instantáneas y cortos mientras uno tiene los ojos abiertos. “Quizá lo del alma sea verdad, entonces”.
y ame la descripción de tu imaginación al ver a la chica en el asiento de atrás...y el divague que haces hasta irte a los amaneceres que no vendrñan...
es cierto, cuando se deja algo, pasan miles de voces, se vuelve a la algarabía de no saberse par...sino valga la redundancia...un impar imperfecto, pero lo mejor, es q de a poco, vuelven unas ganas de multitudes encontradas que parecían olvidadas...
miamor, la libertad es fiebre! Decía una canción
(pedí un deseo si lo ves pasar a “huli” jaja, yo ya tengo unos cuantos pensados, a ver si me decido)
saludos cordiales JuanP.
que siga usted muy bien!
Georgina.

FlOpaZ dijo...

esos vaivenes de los recuerdos. Los flashes que te hacen recordas aquellos momentos, que te hacen reir o llorar.
Besoo
Muy buen escrito !=)

Berenizz dijo...

"La multitud de todos, menos tú".

Muy hermoso, me hizo evocar recuerdos a mi también.

M. Sinsentido dijo...

Me gusta mucho visitar el blog y viajar por donde cada post me lleva, me encantan las atmósferas que creas.

Leerte es un placer.

Muchos saludos!

Eclipse dijo...

es raro cómo las señales del abandono son las cosas más sencillas, mientras que cuando aún no está la ausencia, buscamos las grandes cosas.
curioso el bicho humano, qué le vamos a hacer...

India dijo...

muy bueno realmente.
hermoso leer cosas asi

saludos

Urugaucho dijo...

me sentí identificado... cuantas veces tenemos esas idas y vueltas...

pollo dijo...

Muy buen relato vieja, narrativizar el recuerdo es una forma de transformarlo, en este caso, en letras más que saludables.Un abrazo