miércoles, abril 04, 2007

Agua


Miraba el horizonte y cuando suspiraba la exhalación se entrecortaba. La bruma susurraba pianos lúgubres al oído y los intermitentes gemidos impulsaban lágrimas que él quería contener.
El viento se había convertido en brisa. La luna decidió detenerse. En sus ojos, una continua proyección de imágenes retrógradas se mezclaban con la del cielo que lentamente, y entre nubes, dejaba ver ramas secas, olvidadas por la lluvia. “Agua”, dijo en vos susurrante. “Agua” repitió otra vez y el agua que sale de los ojos se dio por aludida y empezó a fluir.
“Agua”, siguió diciendo entre llantos mientras su cabeza se inclinaba y sus rodillas se clavaban en el barro.
“¡Agua carajo…! gritó otra vez y el horizonte se le burló con un sostenido eco.
La imagen de las ramas en el cielo comenzaron a desaparecer y la luna se apagaba lentamente. Sus manos se detuvieron debajo de sus ojos para recolectar las lágrimas y luego de una cantidad considerable las bebió de un sorbo. “¡Agua..!, gritó muchas veces más mientras reciclaba su angustia trago a trago.
Miró delante suyo y notó que en horizonte el sol comenzaba a aparecer. El llanto comenzó a ceder y erguido comenzó a caminar dándole la espalda a las huellas que sus rodillas dejaron en el barro, pero sin borrarlas, acaso para marcar el lugar donde estuvo y a la hora del crepúsculo, volver al lugar.

1 comentario:

Paco dijo...

Toda una puesta en escena!!!